En su voz suenan ecos de otra época. Apenas 18 años y ya pisa los escenarios con la impronta de íconos como Sandro y Luis Alberto Spinetta. Mateo Rey, oriundo de Plottier, es el primer finalista del concurso de talentos jóvenes NQN Late, lanzado por el gobierno de la provincia, y su historia empieza a trascender con fuerza.
La primera audición presencial se realizó el domingo pasado en Plottier y Mateo sorprendió al jurado con dos canciones que marcaron a generaciones: Trigal, de Sandro, y Plegaria para un niño dormido, de Spinetta. No solo fueron aplaudidas sus interpretaciones, sino también su estilo personal: pantalones vintage de los ‘60 y ‘70, parte de un look que acompaña su música.
“Mi hermana escuchaba mucho Spinetta, Los Espíritus, de todo un poco, y fui tomando en cuenta sus gustos y de ahí, de a poco, me fui formando”, cuenta Mateo. “¿Por qué canto temas de Sandro? Porque mi novia empezó a escucharlo”, agrega, dejando en claro cuánto lo inspira su círculo cercano.
Detrás de esa seguridad sobre el escenario hay una historia que empezó en la intimidad de su casa. “Mi historia con la música arrancó cuando tenía 12 años y no me animaba a cantar frente a nadie, y fue mi mamá quien me escuchó y decidió llevarme a clases de canto porque dijo que cantaba lindo”, recuerda. Hoy estudia en la Escuela Superior de Música de Neuquén y se prepara para dar el gran salto.
Sobre la final de NQN Late, admite estar “muy contento y muy agradecido” y asegura que ya trabaja en nuevas propuestas para sorprender. “Me estoy preparando a full, preparando otras canciones totalmente distintas para que sea bastante completa esta final. Lo que me motivó a participar es que conozcan mi arte”, explica.
El joven valora el espacio que abrió el certamen para los artistas provinciales: “Se están dando lugares a jóvenes y este encuentro significa un gran paso. Hay muchísimo talento y muy variado, y esta experiencia sirvió como incentivo para alentarnos”.
Mateo sabe que eligió un camino difícil, pero lo asume con convicción: “No veo otro futuro que no sea la música. Es lo que más quiero, lo que más anhelo es poder vivir de mis canciones, de estar tocando y de dar clases también”.
Con el apoyo de su familia y la pasión que lo empuja desde los 12 años, Mateo Rey no solo se convirtió en el primer finalista de NQN Late: se perfila como una de las nuevas voces de la música neuquina.