Requiem para un bosque muerto
En una de las laderas del cerro Piltriquitron, a 1.500 metros sobre el nivel del mar, en 1982 un bosque murió. Cientos de árboles deglutidos por el fuego.
Por fortuna un grupo de artistas locales sintió la necesidad de no dejar morir esos jirones de madera y con amor organizaron encuentros nacionales de talla de madera en el cerro para revivir el espíritu indomable de la tierra.
Se lograron 31 esculturas a partir de las lengas que se salvaron del devastador fuego. Y de esta forma, de un bosque arrasado, nace una exposición artística de tallas de madera única en el mundo.
A continuación, un paseo por el bosque-galería de arte en fotos.
(Fotos por el Guía de Montaña Iván Cárdenas)