Nido de la Tierra

Cómo se salvó la gallina de los huevos verdes que duerme en los árboles

La gallina aracuana, la de los huevos verdes y azules, había comenzado a extinguirse del mundo. Conocé la fabulosa cruzada del INTA por salvarla, y cómo a partir de la generosidad de lugareños que donaron los últimos especímenes vivos se pudo reiniciar su reproducción y entregar más de 10.000 pollos bebé a comunidades originarias de la Patagonia, que permitieron salvar de la extinción a la especie.
lunes, 2 de diciembre de 2019 · 06:36
Por Mime Mascaró

Atesarora sólo como un recuerdo de la memoria pagana, la gallina aracuana, había comenzado lentamente a extinguirse del mundo. Según informa el INTA, la gallina -nativa de la zona pre cordillerana- seguía el ritmo de vida nómade de las comunidades tehuelches y mapuches de la Patagonia lo que ponía en riesgo la subsistencia de la especie. 

Según informes del INTA , hoy , luego de un trabajo de más de una década de reproducción de la gallina araucana, la especie se da por recuperada. Hasta entonces, la raza sólo permanecía viva en la memoria de algunos ancianos lugareños que la recordaban de sus antepasados o de relatos precordilleranos. Pero la daban por perdida.Fue gracias a la generosidad de crianceros que donaron los últimos especímenes vivos en la Patagonia que la particular raza se puedo salvar.

 

Las gallinas araucanas prefieren la libertad del campo abierto y dormir arriba de los árboles.

Tal como sucedió con la visita de los profesionales involucrados en la campaña a una casa en Cushamen donde hallaron la tercera especie que les faltaba. “Fuimos a dar una charla para la entrega de pollitos y el dueño de casa, que hablaba muy poco, terminó cambiándonos dos hembras y un macho colloncas que nos permitió iniciar la reproducción”, relata un miembro del equipo en el boletín oficial de INTA informa. Y continua: “las comunidades daban a las gallinas por perdidas, las consideraban algo anecdótico y no creían verlas más, excepto casos puntuales como esta familia que tenía muy pocos ejemplares”.

Los increíbles primeros 10000 pollitos

Todo comenzó cuando en 2006, el INTA lanzó un proyecto nacional de recuperación de especies animales y algunas unidades –como Pergamino, Mendoza, Zapala y Comodoro Rivadavia– decidieron impulsar el rescate de la gallina araucana. Los primeros pasos apuntaron a conseguir ejemplares con más del 90 % de pureza, que luego utilizaron como reproductores.

El Instituto emprendió la búsqueda de material genético vivo de esta especie que sirviera para apuntalar planteles. Los centros de multiplicación de aves de las agencias de extensión del instituto en Comodoro Rivadavia –Chubut– y Zapala –Neuquén– tomaron ese material conservado y comenzaron a reproducirlo. Pudieron entregar más de 10.000 pollos bebé a comunidades originarias de las zonas de Cushamen, Villa Pehuenia y Ruca Choroy. En la zona de Villa Pehuenia, se trabajó con 12 familias entre las que se entregaron 110 pollitas bebé, 12 hembras adultas y tres machos adultos. En Ruca Choroy, participaron 55 personas en los diferentes encuentros y se entregaron 170 pollitos bebé a 40 familias.En el marco del componente granja del programa ProHuerta, estas acciones reciben el apoyo de una red de más de 50 promotores en la zona centro de la provincia de Neuquén.

 

Se dieron talleres sobre crianza inicial de los pollitos bebé, recría y postura, en aspectos de alimentación, sanidad, cuidados generales y construcción de gallineros. Posteriormente, se realizó la entrega de pollitos bebé de araucanas reproducidos en el centro de multiplicación de Zapala.

 

Una gallina no es turuleca 

El trabajo de rescate de esta ave rústica genéticamente apta para desarrollarse en regiones áridas con clima muy frío, de nieve y ventoso, no apunta a difundirla hacia otros rumbos, sino a conservarla en los lugares de origen para que los productores puedan multiplicarla, mantenerla y darle valor para evitar la pérdida de especies.En los pueblos donde la gallina araucana es originaria, tiene un valor cultural que trasciende lo productivo y es un aspecto que quisimos preservar. Incluso algunas comunidades utilizan los huevos para preparados medicinale. Una vez satisfecho el consumo doméstico, los productores comercializan el excedente de huevos de color y castaños en ferias locales.

Aunque los trabajos del INTA Zapala para la recuperación de especies animales y vegetales con instituciones locales y productores de la zona de Villa Pehuenia y Roca Choroy comenzaron en 2010, la genética de la gallina araucana es conservada desde antes en el centro de multiplicación avícola del instituto. Ubicado en la misma agencia de extensión, este centro participa de la Red de Recursos Zoogenéticos del INTA y alberga un pequeño núcleo genético de araucanas de huevos verdes como reservorio genético.

 

De acuerdo con el técnico, la especie se da por recuperada en Comodoro Rivadavia y alrededores. Los productores que recibieron ejemplares continuaron la cría y pudieron ampliar sus propios planteles. A su vez, ellos mismos venden animales o los intercambian.

En general, tanto el INTA como la mayoría de los crianceros tratan de conservar la genética local en su hábitat de origen y no la ofrecen en forma comercial. Para conseguir algún ejemplar de araucana, recomiendan visitar la “Feria de intercambio de semillas, plantines, aves, saberes y sabores”, donde los productores suelen llevar animales para canje por otros.

En su caso particular, prefieren la libertad del campo abierto y dormir arriba de los árboles.


 

 

Fuente y fotos: INTA informa

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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