Grave: los perros sueltos se vuelven lobos

Los perros que adquieren hábitos silvestres, desde las calles hasta los basurales y campos, vuelven a sus orígenes: el lobo. Así lo describió un biólogo que desde hace años estudia –junto a colegas- este flagelo tanto en Neuquén como en la Patagonia. Los reiterados ataques a la hacienda de crianceros y hasta de personas, vuelve una y otra vez a ser noticia. Pero ¿qué se debe hacer?.

Martín Monteverde es un especialista que desde el Centro de Ecología Aplicada de Neuquén (CEAN) multiplica el pedido de atención por parte de las entidades no gubernamentales y de los estados provinciales sobre el tema. En diálogo por AM 550 y 24/7 Noticias de Neuquén, aseguró que una de las herramientas es declarar al perro –en estas condiciones- como fauna silvestre y un poco más: como un predador exótico que pone en peligro el ecosistema.

El especialista aseguró que “en lo legal debe ser tratado en el marco de la Ley de Fauna Silvestre, porque ya no es el mejor amigo del hombre”, sino uno de los predadores más importantes que puede haber en determinados ámbitos. En este sentido aseguró que “es el carnívoro más numeroso del planeta, se estima que hay un billón de perros en todo el mundo”.

En cuanto a la región, recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un porcentaje del 10 por ciento de perros con respecto a la población de cada lugar. En Neuquén estamos muy mal, en algunos centros urbanos llegamos al 30 y hasta el 50 por ciento de perros con respecto al total de habitantes de esos lugares, aseguró.

Agregó que “los perros en el mundo han contribuido a la desaparición de 11 especies de vertebrados, además de generar competencia y depredación sobre otros animales” y recordó que los canes en condición de silvestría “son una amenaza para 188 especies que están en peligro de extinción en el planeta”.

¿Qué se puede hacer?

Monteverde señaló que la experiencia a nivel global indica que la estrategia para el manejo de perros, se debe realizar en dos líneas que van en paralelo y en forma simultánea: por un lado planes de castración, educación y tenencia responsable.

Y por el otro “un control poblacional de perros asilvestrados, de la manera más humanitaria posible, pero hay que hacerlo porque no tenemos más tiempo”. En este sentido sostuvo que “Neuquén es una provincia que tiene muchas poblaciones de perros asilvestrados” que generan un alto impacto negativo tanto en lo económico –por el ataque a la hacienda- como de salud pública, al haber tanta cantidad que excede lo que recomienda la OMS.

Finalmente, graficó por qué el perro que adquiere los hábitos de un animal silvestre es tan peligroso: es un cazador “imperfecto”, ya que no mata sólo para alimentación sino que daña al resto de la majada o grupo de animales que son su presa. Y en este sentido, también indicó que el perro “ataca lo que observa que se mueve como una presa”. Ataca animales que se comportan como tales y también a humanos cuando detecta el movimiento de huida o amenaza.