El legado que dejó Xavi Hernández en el plano futbolístico mundial es innegable. Calidad, conducción, eficiencia, panorama de juego y un liderazgo tajante son algunos aspectos de su carta de presentación como jugador. Un talismán para la Selección española que rompió el hielo y obtuvo por primera vez en su historia la Copa del Mundo en Sudáfrica 2010.
Ahora, lejos de esos años de oro, Xavi ahora está abocado a su carrera como director técnico y su debut con Al-Sadd no pasó desapercibido. ¿Las razones? vio que el árbitro no cobró un penal, se volvió loco, pateó una botella y revoleó su zapatilla.
Para colmo de males, el reciente entrenador español deberá armarse de paciencia y planificar el próximo partido que será crucial para el pase de su equipo a cuartos de final de la Champions asiática.