Una noche de las más polémicas del fútbol Sudamericano lo tuvo a Boca involucrado. Tras el escandaloso desenlace de la serie de los octavos de final donde el equipo argentino hizo los goles pero no se validaron, los hechos de violencia no tardaron en ella post partido. Jugadores y dirigentes terminaron a los golpes de puños en respuestas a burlas y gas lacrimógeno dentro de un vestuario visitante.
Tras los incidentes en el Mineirao, el plantel debió quedarse en Brasil, ya que varios integrantes de la delegación tuvieron que declarar en la comisaría haciendo retrasar el regreso para el día miércoles. Marcos Rojo, Sebastián Villa, Carlos Izquierdoz, Carlos Zambrano y Javier García, a ellos se suman Jorge Bermúdez y Raúl Cascini (integrantes del Consejo de Fútbol) y Fernando Gayoso, entrenador de arqueros.
Según trascendió por testigos, el presidente de Mineiro Sérgio Coelho fue quien prendió el fuego con supuestas cargadas al plantel de Boca, estos no tardaron en responder comenzando un enfrentamiento con policías, seguridad privada y más dirigentes, volando además de golpes de puños, vallas de contención y diferentes objetos.
El tema no quedó ahí, porque la policía local terminó arrojando gas pimienta dentro de la zona de vestuarios visitante originando gran malestar en los jugadores de Boca, a quienes posteriormente llegó la imputación y el traslado a la comisaría.
De los hechos tuvo que interferir el embajador en Brasil Daniel Scioli, quien acompañó al plantel para buscar destrabar el conflicto y que solo quede en una multa para el club, sin dejar algún jugador detenido, e iniciar el retorno lo antes posible.
Tras los hechos, el Atlético Mineiro hizo su descargo vía redes: