Este miércoles el fútbol femenino hizo historia una vez más. En el cruce entre Barcelona y Real Madrid por la vuelta de los cuartos de final de la Champions League femenina asistieron 91 553 espectadores al Camp Nou y alcanzaron la máxima cifra en la historia de la disciplina. Además, las locales ganaron 5-2 y se quedaron con el pasaje a las semifinales, pero la alegría fue compartida.
El objetivo era lograr superar el récord vigente y la vara estaba alta: había que conseguir más de 90.185 espectadores que es el número alcanzado en la final del Mundial de 1999 disputada en el Rose Bowl de Pasadena entre Estados Unidos y China, donde ganaron los locales por penales.
Dos meses antes del partido habilitaron las entradas gratuitas para los socios y socias mientras que el público general debía abonar entre 9 y 15 euros. La lluvia y el mal tiempo no impidieron que los seguidores dijeran presente y la campaña fue un éxito.
Además en las tribunas se pudo ver un mosaico mediante el cual el club buscó lanzar un mensaje: More Than Empowerment (Más que empoderamiento). El objetivo de seguir luchando por una sociedad más igualitaria quedó plasmado y la iniciativa fue un éxito.
Barcelona, que ya había dejado medio sentenciada la eliminatoria tras ganar 3-1 en Madrid hace una semana, selló el pase con otro contundente resultado (5-2) en un gran espectáculo.
Por cuarta vez consecutiva las dirigidas por Jonatan Giráldez disputarán las semifinales tras los goles de María León, Aitana Bonmatí, Claudia Pina, Alexia Putellas y Grahem-Hansen.