La participación del jugador de vóley playa neerlandés Steven van de Velde en los Juegos Olímpicos de París 2024 desencadenó una ola de críticas y un intenso debate sobre la ética en el deporte. Van de Velde, condenado en 2016 a cuatro años de prisión por abuso sexual a una menor, regresa a las competencias bajo la bandera de su país, lo que generado indignación, especialmente entre las organizaciones que defienden los derechos de las mujeres y las niñas en el deporte.
Steven van de Velde, de 29 años, fue condenado por tener relaciones sexuales con una menor de 12 años cuando él tenía 19. Después de cumplir parte de su condena, regresó a los Países Bajos y, amparado por las leyes de su país, pudo retomar su carrera deportiva. Ahora, su inclusión en el equipo olímpico neerlandés suscitó un fuerte rechazo.
Kate Seary, cofundadora y directora de Kyniska Advocacy, una organización dedicada a la protección y el respeto de las mujeres en el deporte, fue una de las voces más críticas. "Su presencia en los Juegos Olímpicos envía un mensaje a todos de que la pericia deportiva está por encima del crimen", expresó Seary.
Por otro lado, Pieter van den Hoogenband, jefe de misión de la delegación neerlandesa en París 2024, defendió la participación de van de Velde, argumentando que el jugador ya cumplió con su condena y tiene derecho a competir. "Ha estado activo en el deporte internacional durante mucho tiempo y ha jugado en campeonatos mundiales y europeos," afirmó van den Hoogenband. "Las cosas se magnifican en torno a los Juegos, pero ha demostrado ser un atleta destacado."