Histórico momento de River que perdió su cuarto partido consecutivo en el certamen local, dos de ellos como local nada menos que ante Riestra y Sarmiento, lo que ha roto la comunión del hincha con un plantel al que insultó bajo la lluvia en el Monumental al término del 0 a 1 contra los de Junín.
La espalda de Marcelo Gallardo lo aleja de esta crítica multitudinaria que en su raid de derrotas suma también los dos partidos de cuartos de final en la Copa Libertadores contra Palmeiras, lo que llena de cruces rojas a los últimos seis casilleros oficiales.
Esta vez, quien se equivocó fue el arquero Franco Armani, partícipe necesario en la conquista de Iván Morales a los 30 minutos del primer tiempo, pero colectivamente el equipo nuevamente no tuvo reacción, ni ideas y sigue sin creatividad ofensiva.
“Movete River, movete”, fue solo la calma que anticipó al huracán. Cuando el pitazo final de Sebastián Zunino se aproximaba, el tono de los cánticos fue el peor: “Jugaaadores, la c… de su…”, fue el grito de reprobación que se hoyó desde los cuatro costados.
Luego, ya con el tinte del famoso “aguante”, la coordinación de la barra cambió la lista de temas por algunos más amenos, pero el alarido espontáneo, del que asiste al Monumental con su abono de cada fin de semana ya había tronado con fuerza en la lluviosa noche.
No va más
La paciencia del hincha llegó al límite. Cierto es que River no pone en riesgo su clasificación a los playoffs todavía, está en semifinales de la Copa Argentina (versus Independiente Rivadavia), pero no da garantías de nada.
Ni siquiera de tener ticket seguro para la próxima Copa Libertadores. Podrá maquillarse la actuación de la noche dominguera con las ausencias de los seleccionados, pero ni con todos ellos ha logrado convencer, si quiera a su propio técnico que sólo resista por el peso específico de su nombre.
Cualquier otro técnico ya hubiera sido expulsado del banco de suplentes ante la presente campaña, por más que las chances matemáticas de gritar campeón en este 2025 aún son posibles.