Portugal estuvo a un paso de sellar su clasificación al Mundial, pero Hungría decidió aguar la fiesta en la última jugada del partido, dejando a los lusos con las manos vacías.
El conjunto portugués arrancó el encuentro en desventaja, con un gol temprano de los húngaros que encendió las alarmas. Sin embargo, Cristiano Ronaldo apareció para rescatar a su equipo: primero, con un empate tras un centro bajo de Nelson Semedo que el astro solo tuvo que empujar al fondo del arco; luego, con un gol de su propia factura, un potente remate tras un centro de Nuno Mendes que puso a Portugal 2-1 arriba antes del descanso. Con estos tantos, Cristiano alcanzó un nuevo récord: máximo goleador en la historia de las Eliminatorias mundialistas.
Pero la alegría lusitana duró poco. En los últimos minutos del segundo tiempo, Dominik Szoboszlai igualó para Hungría tras un centro de Lukács que nadie logró despejar, provocando la incredulidad en el banquillo portugués y obligando al equipo a definir su clasificación en la próxima jornada.
El empate dejó a Hungría segunda en el grupo, a cinco puntos de Portugal, que mantiene la ventaja pero deberá esperar para confirmar su pase al Mundial. Los lusos tendrán que mantener la concentración y el rendimiento en los próximos seis puntos en disputa para asegurarse el boleto.
A pesar del empate, la jornada fue histórica para Cristiano, que sigue sumando récords y demostrando que, pese a la edad, sigue siendo la referencia de su selección. Sin embargo, el fútbol recordó su imprevisibilidad: ni los récords ni los dobletes garantizan la clasificación sin sufrir hasta el último minuto.