La Selección Argentina Sub 20 dirigida por Diego Placente se prepara para disputar una final histórica en Santiago de Chile, la primera en 18 años para esta categoría. Este equipo representa el resultado de un proyecto de más de ocho años de reconstrucción de las juveniles argentinas, impulsado por la AFA con un fuerte legado de José Pekerman y el acompañamiento de figuras como Lionel Scaloni y Bernardo Romeo.
Este grupo, que combina jugadores que comenzaron juntos en categorías menores como la Sub 15 y la Sub 17, es el reflejo de un proceso riguroso y sostenido en el tiempo. Placente y Romeo, ambos campeones mundiales con la Sub 20 en Malasia 1997, conocen de primera mano las dificultades y sacrificios que implica formar futbolistas que representen al país con éxito.
El camino hacia esta final comenzó con la convocatoria constante de más de 200 futbolistas a lo largo de los años, observando su evolución desde categorías inferiores hasta el primer equipo juvenil. Muchos de estos jugadores ya compiten en Primera División y han vivido la experiencia de crecer en el predio de Ezeiza desde muy jóvenes, en categorías como Octava, Séptima o Sexta División.
Un proyecto integral que renueva la esperanza en las juveniles argentinas
El proceso tuvo un punto clave en el Sudamericano de enero, donde el equipo arrancó con una goleada histórica 6-0 sobre Brasil pero terminó tercero tras caer ante Paraguay, permitiendo que Brasil se consagrara campeón. Esa derrota sirvió para que los chicos se prometieran revancha en el Mundial, una promesa que hoy buscan cumplir en Chile.
A pesar de las dificultades para contar con todos los jugadores por permisos de clubes europeos o lesiones, Placente logró conformar un plantel sólido y unido. El plantel llegó a Chile de forma escalonada, con varios jugadores internacionales sumándose poco antes del debut, entre ellos el capitán Julio Soler y otros futbolistas que militan en clubes como Botafogo, Porto, Benfica e Inter Miami.
El cuerpo técnico, con Placente a la cabeza, apostó por un modelo de trabajo basado en el respeto y la inclusión, donde todos los jugadores se sienten importantes. El entrenador, siguiendo el estilo de Pekerman, fue capaz de amalgamar un equipo competitivo, apoyado además por la colaboración de los clubes argentinos, que cedieron a sus figuras en un momento clave de la temporada.
Este proyecto tomó un nuevo impulso tras la salida de Javier Mascherano como DT de la Sub 20 en noviembre de 2024, cuando Placente asumió la conducción principal. El paso del Jefecito dejó un proceso complicado, marcado por un mal desempeño en el Sudamericano 2023 y una temprana eliminación en octavos de final en el Mundial que se disputó en Argentina. Sin embargo, el trabajo de Placente sobre la base de jugadores como Gorosito, Ramírez, Villalba, Pierani y Soler permitió revertir la situación.
El equipo argentino demostró en Chile un juego versátil, ganando los seis partidos que disputó con autoridad y adaptándose a diferentes estilos ofensivos. Además, mantuvo una conducta respetuosa ante las provocaciones y desafíos que enfrentó en cada estadio, mostrando madurez y compromiso.
Este grupo de jóvenes futbolistas, inspirados por las vueltas olímpicas de la Scaloneta, buscan ahora dejar su propia huella en la historia y conquistar el título mundial frente a Marruecos. Como canta Fito Páez, “lo importante es el camino”, y este equipo ha recorrido un camino que merece reconocimiento y aplausos.