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Jueves 09 de Octubre, Neuquén, Argentina
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Miguel Ángel Russo en La Visera: una visita que quedó en la memoria

En 2007, Boca enfrentó a Cipolletti para celebrar el aniversario de la ciudad. Un partido inolvidable, que incluyó la despedida del Ruso Homann y un recuerdo que revive tras la partida del querido DT.
 

Por Redacción

Jueves, 09 de octubre de 2025 a las 09:17
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Gentileza Corazón Albinegro

En octubre de 2007, la ciudad de Cipolletti vivió una jornada inolvidable: el equipo alternativo de Boca, dirigido por Miguel Ángel Russo, visitó La Visera de Cemento en el marco del 103° aniversario de la ciudad. Este miércoles, con la triste noticia del fallecimiento del querido entrenador, muchos en la región volvieron a evocar aquel día como una de las postales más emotivas del fútbol local.

El partido se disputó el domingo 14 de octubre de 2007, ante seis mil personas que colmaron el estadio para ver a uno de los clubes más grandes del país enfrentar al Club Cipolletti, que en ese entonces era dirigido por Domingo Perilli y tenía como capitán a Jorge “Máquina” Cid. La ocasión también sirvió como despedida oficial de Henry “Ruso” Homann, ídolo albinegro e hincha xeneize, quien fue homenajeado con la cinta de capitán y reemplazado a los 21 minutos por el neuquino Manuel Berra, en medio de una ovación.

En lo deportivo, Boca (con mayoría de suplentes y juveniles) se impuso 2 a 0 con goles de Mariano Torres y Nicolás Bertolo, llevándose la Copa 104° Aniversario Ciudad de Cipolletti. Aunque no viajaron las grandes figuras del plantel (incluido Martín Palermo), Russo explicó en conferencia de prensa que la sobrecarga de partidos y entrenamientos había forzado la decisión de preservar a los jugadores más representativos.

A pesar de la ausencia de estrellas, el DT se mostró agradecido por el recibimiento de la gente y destacó el entusiasmo de los hinchas. Además, se mostró sorprendido por el despliegue y la velocidad de Hugo Prieto, joven promesa del Albinegro que comenzaba a hacerse notar en el ascenso.

El paso del Boca de Russo por Cipolletti dejó mucho más que un resultado: fue una fiesta popular, una caricia para los fanáticos de la región y un homenaje emotivo para uno de sus grandes referentes. Hoy, con la partida de Miguel Ángel Russo, el recuerdo de aquella tarde recobra una luz especial, como testimonio de su trayectoria y su cercanía con todo el fútbol argentino, incluso en los rincones más alejados de la elite.

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