Carlos Tevez vuelve a la Bombonera y el partido ya no es solo un cruce de octavos de final: es una escena cargada de historia, de pasado y de una emocionalidad que va más allá del resultado. Talleres cayó en el octavo puesto del Grupo B y el destino lo emparejó con Boca, líder del Grupo A, para un choque que trae un condimento inevitable: el regreso de uno de los ídolos más queridos por la hinchada xeneize.
Carlitos llega a este duelo después de un tramo intenso en Córdoba. Agarró Talleres en un momento crítico, con la soga del descenso alrededor del cuello, y le cambió el pulso a un plantel que parecía destinado a sufrir. No solo lo sacó del fondo, también lo ordenó, lo hizo competir y lo clasificó a los playoffs del Clausura. Su primera misión ya está cumplida; la segunda, en cambio, tiene otro tono: volver a la Bombonera como entrenador rival en un partido que elimina a uno de los dos.
La última vez que pisó el templo azul y oro con el buzo de DT fue en agosto de 2022, cuando dirigía a Rosario Central. Aquel 0-0 quedó opacado por lo verdaderamente importante: la ovación monumental que bajó desde los cuatro costados. Era la primera vez que se encontraba cara a cara con su gente desde su retiro. Y el cariño fue unánime, intenso y casi inevitable.
Antes de eso, su último partido oficial como futbolista había sido el 31 de mayo de 2021 ante Racing, por las semifinales de la Copa de la Liga. Aquella noche cerró su etapa como jugador profesional, aunque él lo confirmaría tiempo después. La Bombonera fue su despedida, como tantas otras veces había sido su casa, su escenario y su motor.
Ahora, el fútbol lo pone nuevamente del otro lado. Tevez vuelve, pero para competir. Vuelve, pero con responsabilidades nuevas. Vuelve, pero sabiendo que enfrente está el club que lo marcó para siempre. Lo recibirá la Bombonera, lo recibirá su gente, y después empezará el partido: un partido que, por más que lo nieguen, les va a tocar el corazón a todos.