Con el Mundial Sub-17 en marcha en Qatar, el fútbol juvenil vuelve a convertirse en el gran escaparate de las futuras estrellas. Como cada edición, este torneo reúne a los talentos más prometedores del mundo, futbolistas que ya empiezan a asomar en la Primera División de sus clubes y que sueñan con escribir su nombre en la historia.
Entre los más destacados aparecen dos argentinos con gran presente: Thomás De Martis, delantero de Lanús y figura en el Sudamericano Sub-17 con seis goles, fue titular en el debut con triunfo ante Bélgica y se perfila como una de las grandes apariciones del torneo.
Junto a él, Jerónimo Gómez Mattar, mediocampista de Newell’s, aporta equilibrio y personalidad en el equipo de Diego Placente. Ambos ya tuvieron minutos en Primera y son parte de la renovación del fútbol argentino.
Pero las miradas no se concentran solo en la Albiceleste. En Brasil, el capitán Zé Lucas, figura del Sport Recife, combina quite y precisión con una madurez sorprendente.
En Colombia, Santiago Londoño ya se ganó un lugar en el Envigado y fue segundo goleador del Sudamericano.
En Europa también hay nombres para seguir de cerca: el inglés Bradley-Paul Burrowes, joya del Aston Villa, deslumbra por su velocidad y desequilibrio.
Mientras que el portugués Mateus Mide, del Porto, brilla con su talento y eficacia goleadora tras consagrarse campeón del Europeo Sub-17.
La Selección Argentina, dirigida por Diego Placente, continúa afianzando su proyecto de juveniles con la base del Sudamericano y el respaldo de la estructura de AFA en Ezeiza. La meta no solo es avanzar lo más lejos posible en el Mundial, sino también consolidar una camada con proyección hacia la Sub-20 y eventualmente la Mayor. El torneo servirá como termómetro para medir el crecimiento del fútbol formativo nacional.