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Sábado 08 de Noviembre, Neuquén, Argentina
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Cavani, entre lesiones y frustraciones: el Superclásico que siempre se le escapa

El uruguayo vuelve a quedar al margen del duelo más esperado. Irá al banco por precaución, mientras su deuda ante River sigue abierta entre lesiones, goles anulados y pocas alegrías desde que viste la azul y oro.

Sabado, 08 de noviembre de 2025 a las 20:56
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Cavani, pensativo en la Bombonera durante la última práctica antes del Superclásico

Edinson Cavani llegó a Boca en agosto de 2023 con la misión de sumar jerarquía y empuje en la recta final de la Copa Libertadores. Pero desde entonces, el destino le jugó más de una mala pasada: lesiones, frustraciones y un historial adverso en los Superclásicos lo tienen en deuda con el hincha xeneize.

Este domingo, desde las 16.30 en la Bombonera, Boca y River volverán a verse las caras por la fecha 15 del Torneo Clausura. El “Matador” forma parte de los concentrados, aunque no irá desde el arranque: arrastra una molestia en el psoas derecho y el cuerpo técnico prefiere no arriesgarlo. Otra vez, el duelo más caliente del fútbol argentino lo encuentra más cerca del banco que del área rival.

Su historia ante el Millonario es tan corta como accidentada. En su primer Superclásico, en septiembre de 2023, entró desde el banco cuando Boca perdía 1-0 por el gol de Rondón y, a los segundos, casi cambia la historia: conectó de tijera un rebote en el travesaño y gritó el empate, pero el VAR lo borró por un fuera de juego milimétrico. Un aviso de lo que vendría.

En el Monumental, por la Copa de la Liga 2024, Cavani fue titular en el 1-1 (Solari y Medina), aunque pasó sin demasiado brillo. Sin embargo, se desquitó en Córdoba, en los cuartos de final del mismo torneo: marcó de cabeza en el 3-2 que metió a Boca en semifinales y firmó su único grito en un Superclásico. Fue su tarde más feliz con la azul y oro.

Después, la película volvió a torcerse. En el duelo de octubre de 2024, River —con un equipo alternativo— se llevó la victoria 1-0 en la Bombonera con gol de Lanzini. Cavani fue reemplazado sin pena ni gloria, y Boca se fue masticando bronca. En el más reciente, disputado el 27 de abril de este año, ni siquiera estuvo: un desgarro en el gemelo lo dejó otra vez afuera.

Desde su llegada, Cavani suma más Superclásicos ausente que jugados. Y cuando los jugó, casi siempre estuvo condicionado. Este domingo, el uruguayo verá el arranque desde el banco, con la ilusión intacta pero el cuerpo todavía en deuda. Su historia con River sigue abierta, entre lesiones, goles que no valen y una revancha que, por ahora, no llega.

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