Franco Nicola no arrastra solo el dorsal 10 en la espalda. Lleva también una historia marcada por el dolor y la resiliencia, de esas que trascienden al fútbol. Nieto de dos de las víctimas del accidente aéreo en la cordillera de los Andes en 1972, el joven uruguayo forjó su camino en silencio, con la pelota como compañera, y hoy se prepara para uno de los partidos más importantes de su carrera: Atlético Tucumán enfrenta a Boca por los octavos de final de la Copa Argentina.
Nicola, de 23 años, nació en Montevideo en abril de 2002, en una familia atravesada por la tragedia que inspiró libros, documentales y películas, como La sociedad de la nieve. Sus abuelos paternos, Francisco Nicola, médico del equipo de rugby Old Christians y su esposa Ester Horta Pérez, estaban entre los pasajeros del avión siniestrado en plena cordillera. Franco no los conoció, pero creció escuchando sobre ellos. “Siempre trataron de informarnos, de que conociéramos su historia. Vimos la película juntos, fue difícil pero importante”, contó en entrevista.
Lejos de quedarse anclado en ese pasado doloroso, Franco eligió mirar hacia adelante. Empezó jugando al rugby, probó con el tenis, pero su padrino es Marcelo Filippini, exnúmero 30 del mundo en el ranking ATP, le encontró su verdadera pasión en el fútbol. Se formó en Montevideo City Torque, donde vivió todo el proceso de ascenso a Primera, y luego dio el salto a Liverpool, donde llamó la atención de Facundo Sava con una actuación en un amistoso ante Huracán. El Colorado no dudó: lo pidió como refuerzo para Atlético Tucumán a mediados de 2024.
Desde su llegada, Nicola no tardó en ganarse un lugar. Rápido, encarador y con buena pegada, el zurdo ya convirtió cuatro goles en 29 partidos, incluido uno a River, y empezó a hacerse notar como el reemplazo natural de Joaquín Pereyra. Aunque con la llegada de Lucas Pusineri perdió algo de continuidad, arrancó el Clausura como titular y fue clave en la victoria ante San Martín de San Juan.
“Se adaptó muy bien, es joven, inteligente, trabajador y tiene mucho para dar”, elogió Sava, el DT que confió en él desde el primer día. Además del talento, Nicola se destaca por su carácter: es el único varón entre varias hermanas, confiesa haber sido algo travieso en el colegio y asegura que nunca perdió esa chispa.
Este miércoles, en el Madre de Ciudades de Santiago del Estero, tendrá una nueva oportunidad para dejar su marca. Pero esta vez no como una sombra de la historia familiar, sino como protagonista de la suya. La que empezó entre recuerdos dolorosos, pero que hoy se escribe con gambetas, goles y la ilusión intacta de un joven que busca su lugar entre los grandes.