Almagro y Atlanta se enfrentaron en Villa Raffo por la fecha 27 de la Primera Nacional y el Ascenso escribió un nuevo capítulo vergonzoso. Lo que prometía ser un duelo clave en la lucha por la parte alta y baja de la Zona A terminó con polémica y enojo generalizado.
En el tercer minuto de los cuatro de adición, López envió un centro que, tras un desvío en un defensor de Atlanta, fue conectado por Cucchi, quien inicialmente estaba en posición adelantada, para asistir a Rodríguez, que definió casi bajo el arco y desató la alegría local.
Sin embargo, el juez de línea Mario Bardina marcó offside, aunque el árbitro Franco Acita intervino y, considerando que el desvío habilitaba a Cucchi, convalidó el gol. La reacción de Atlanta fue inmediata: Nicolás Previtali recibió la segunda tarjeta amarilla y fue expulsado, al igual que el entrenador Luis García.
Pero la confusión no terminó allí. Tras consultar con el segundo asistente Guillermo Yacante y la cuarta jueza Laura Fortunato, el árbitro retrotrajo su decisión y anuló la conversión por posición adelantada, ¡diez minutos después de haber dado por válido el gol!
La incredulidad fue total entre los protagonistas. Ángel González, uno de los referentes de Almagro, resumió el desconcierto: “Hay cosas que se tienen que rever, esto no puede quedar así. Se necesita una solución fuerte para que los partidos se definan entre los jugadores y no con situaciones ajenas a nosotros. Duele y nos duele mucho la situación en la que estamos y que terminemos empatando un partido cuando el gol fue convalidado. Esto no lo vi nunca en la historia del fútbol, o al menos yo nunca lo vi”.
El episodio vuelve a dejar en evidencia la irregularidad en el manejo de los jueces del fútbol argentino, quienes, con decisiones contradictorias, se convierten en protagonistas de un escándalo que eclipsa el juego y pone en tela de juicio la justicia en el Ascenso.