River volvió al ruedo. Luego del paréntesis por las fiestas navideñas, el plantel comandado por Marcelo Gallardo retomó los entrenamientos en el predio de Ezeiza y comenzó a delinear lo que será la puesta a punto para una temporada 2026 cargada de desafíos y con la necesidad urgente de cambiar la imagen que dejó el último año.
Atrás quedaron la Nochebuena y la Navidad en familia. Desde este viernes, el foco volvió a estar puesto en el trabajo y en un proceso que promete ser profundo. Con la salida de varios referentes y la irrupción de juveniles que empiezan a ganarse su lugar, el Muñeco apuesta por un River renovado, más dinámico y con hambre de revancha.
El regreso a las prácticas tuvo además dos nombres propios que ya forman parte del grupo y que fueron pedidos expresos del entrenador: Fausto Vera y Aníbal Moreno. Sus incorporaciones marcan el primer paso de un mercado que todavía no terminó y en el que la dirigencia seguirá buscando refuerzos para fortalecer un plantel que necesita jerarquía y recambio.
El cronograma de trabajo ya está definido. El plantel volverá a tener descanso el 31 de diciembre y el 1 de enero, para luego trasladarse a San Martín de los Andes, donde realizará una semana de alta exigencia física entre el 4 y el 11 de enero. Allí comenzará a tomar forma el equipo que Gallardo imagina competitivo desde lo futbolístico y lo mental.
Después llegará el turno de Punta del Este, un escenario que combinará tranquilidad y fútbol. En Uruguay, River encarará otra etapa de la pretemporada y no se descarta la disputa de amistosos frente a Peñarol y Nacional, dos pruebas exigentes para empezar a medir el funcionamiento del equipo.
El estreno oficial será el fin de semana del 25 de enero, cuando el Millonario visite a Barracas por el Torneo Apertura. Será el primer examen de un River que busca dejar atrás el golpe del 2025 y volver a reconocerse en su juego. Gallardo ya dio la orden: volver a empezar, pero con la identidad como bandera.