La Política en Neuquén
Cutral Co pone en aprietos a la política
Otra muerte en la ciudad petrolera, en manos de gente ligada al hampa. Los vecinos demandan más acción y menos palabrasLuis Gabriel Nahuelcar, era Cabo de la policía de la provincia de Neuquén. Tenía 27 años y cumplía funciones en la división motorizada de la ciudad de Cutral Co. La madrugada del 1 de enero un tiro en la cabeza terminó con su vida. Fue en cumplimiento de su deber. Acudió al pedido de intervención policial de un grupo de vecinos del barrio Peñi Trapun. Para Nahuelcar no era más que una intervención de las tantas de fin de año en una de las zonas más calientes de la ciudad petrolera. Nunca volvió a su casa.
José Luis Espinoza, de 19 años, es el sindicado de haber disparado contra Nahuelcar. Fue detenido a las 48 horas del crimen. El joven tiene su historia y fama en el mundo del hampa de la comarca petrolera. Los investigadores extraoficialmente le contabilizan “unas cuantas entradas” a las comisarías y también llegan a vincular, en esos tantos actos delictivos cometidos, a otros integrantes de su familia.
Lo ocurrido con Nahuelcar es repudiable bajo todo punto de vista. Nada remediará la desaparición física del policía.
Espinoza es la otra cara de una misma moneda. Las entradas contabilizadas, extraoficialmente, por los investigadores hablan de un delincuente que abrazó el habito del delito desde muy chico. A los 19 años con un asesinato, a sangre fría, en su haber lo espera un juicio oral y público, y, quizás, muchos años transitando los pasillos de distintas unidades de detención.
Reclamos
Nada de lo relatado hubiera ocurrido si se hubieran adoptado las medidas que tanto provincia como el poder Judicial vienen analizando y ensayando pero que no terminan de aplicar.
El año pasado en esta misma columna, en pleno proceso electoral, advertíamos sobre la necesidad de tomar medidas de seguridad en la periferia de Neuquén capital y Cutral Co.
Neuquén es la única provincia en la que los índices de consumo y de violencia van en aumento. Cutral Có es el escenario en el que se juega el reparto del territorio narco y sus dividendos. Esto último no es novedad. Desde la década del 90 del siglo pasado que la comarca petrolera es sinónimo de narcotráfico. La gravedad de la situación es que el negocio de las drogas se apoderó de una porción importante de jóvenes y es allí en donde radica el crecimiento de los índices de violencia. Pibes a la deriva y sin ninguna contención son la presa fácil de los “traficantes de la muerte”. Entre los vecinos son comunes las historias de aviones de pequeño porte que sobrevuelan la ciudad, mayormente de noche. También hay otras más arriesgadas que vinculan a distintos personajes que harían la vista gorda durante el ingreso, la permanencia y la salida de la mercancía. Podrá tratarse de fantasías o historias inventadas pero cuando el río suena…
Los neuquinos tenemos un problema. No es una cuestión que solo abarca a los gobernantes o a los funcionarios judiciales de turno. Si no se toma conciencia de que estamos perdiendo la pelea contra los narcos, pasaran los meses, los años y seguiremos lamentando muertes y repudiando y maldiciendo a delincuentes asesinos.
No es estigmatizando a los pibes como vamos a terminar con el flagelo de las drogas y la delincuencia. Los gobiernos deben hacerse cargo de la parte que les toca y trabajar en el rescate y contención de los pibes y pibas “ingresantes” en el mundo delictivo.
Alternativas
El gobierno de la provincia y el Poder judicial vienen realizando una tarea interesante y muy valiosa, en este terreno. Funcionarios de ambos poderes conformaron la Mesa de Corresponsabilidad Penal Adolescente de la Provincia. Tratan de llevar a la práctica un trabajo interdisciplinario para contener y recuperar a los jóvenes que hubieran cometido delitos. Es un camino más difícil pero los resultados mucho más gratificantes.
En Neuquén la sociedad muestra síntomas de alta sensibilidad. El femicidio de Cielito López, en Plottier, fue el primer capítulo de esta historia de hastío en aumento. Lo sucedido con Luciano Fuentes, de 8 años, en Cutral Co también fue un gran tirón de orejas para los responsables de impartir seguridad y justicia. Lo que lamentablemente sucedió con Nahuelcar quizás sea el comienzo de la aplicación de las medidas que se vienen ensayando desde hace quizás más de un año. Como lo dijimos al principio nada devolverá la vida del Cabo, tampoco de “Lucianito” y mucho menos de “Cielito” López, pero servirán para poder evitar situaciones similares en el futuro.
La sociedad de Cutral Co, desde hace años pide a gritos que se la rescate del hampa y el narcotráfico. Los vecinos de los barrios periféricos de Neuquén capital también hacen oír su voz reclamando mayor seguridad y castigo para los kioscos de drogas o narcomenudeos. Hace algunos años en la legislatura se debatió un proyecto de ley de adhesión a la ley nacional e lucha contra el narcotráfico. El mismo apuntaba a terminar con el narcomenudeo con la asistencia de la justicia provincial. El proyecto fue “cajoneado”, no tuvo el apoyo de aquellos legisladores. Si hubieran acompañado quizás, hoy otro sería el cantar.