EDITORIAL RIONEGRINA
Redención y traición: el lamento de Martín Doñate
El actual senador camporista disfrazó en una carta abierta su pedido de perdón para retener su banca.La reciente carta abierta del senador camporista Martín Doñate es un grito desesperado de redención. Un intento por recuperar un espacio dentro de un peronismo fragmentado y acosado por la historia reciente de su propia traición.
Doñate no solo se enfrenta a su propia ambivalencia política, sino también a las duras críticas que recibió tras su fallida alianza con el gobernador Alberto Weretilneck en 2023, el llamado "Gran Acuerdo Rionegrino". Este pacto, que en principio parecía buscar una solución provincialista solo significó la llave para asegurar el tercer mandato del cipoleño. En este proceso el dirigente de Luis Beltrán tiene las puertas cerradas en el oficialismo provincial y en el peronismo local lo miran con recelo.
El punto clave de la autocrítica de Doñate es reconocer el fracaso de la alianza electoral: “El experimento provincialista fracasó. Ciclo agotado”, escribió en su carta. Pero más allá de la formalidad de la frase, lo que se percibe es una suerte de reconocimiento de su endeble credibilidad en sus compañeros. No solo habla de la caducidad de una estrategia que nunca cuajó, sino que deja ver un perdón para con los suyos.
El senador no escatima en sus críticas al actual gobierno provincial. En la carta denuncia con vehemencia las falencias en áreas clave como Salud, Educación y Seguridad, y carga nuevamente contra la “doble moral” del oficialismo, que se “arrodilló frente a Milei” en vez de defender los intereses de los rionegrinos. Es una crítica que busca que lo aleje de la imagen de traidor, aquella que quedó marcada con su firma con Weretilneck. De esas que el peronismo está acostumbradísimo.
Este cambio de discurso no es casual, y su aparición pública poco después de que los hermanos Soria –la poderosa familia política roquense– recibieran al gobernador en la fiesta de la Sidra, es un claro mensaje que el senador intenta reubicar su posición en el tablero provincial.
Nada más lejos de un futuro político juntos entre Soria y Weretilneck, pero es una foto que se repite cada vez con más frecuencia. Doñate se presenta como un defensor del kirchnerismo que pretende redención y promete recuperar la provincia para el peronismo y de que su experiencia en el Senado será fundamental para alcanzar ese objetivo en 2027.
Sin embargo, lo que Doñate no menciona con tanta claridad es que también se esconde la ambición de renovar su banca en el Senado en 2025, donde las bancas tienen un atractivo económico y político difícil de obviar. Y para ello, debe contar con el apoyo de todo el peronismo. El que quedó desgarrado entre las facciones internas después de las elecciones de 2023. El mismo que le colocó la etiqueta de traidor que parece difícil de quitarse.
No es casual que la disputa por las bancas del Congreso esté en pleno auge, ya que en Río Negro se renuevan tres senadores y dos diputados. La búsqueda de unidad le puede permitir a Doñate encabezar la lista de senadores y a la barilochense Silvina García Larraburu mantenerse en Buenos Aires y ser candidata a diputada, pero para eso deben acordar con los hermanos Soria. Martín es diputado con mandato vigente y se especula que no renunciará a esa banca y María Emilia ejerce su último mandato consecutivo como intendenta. Pero reservan un lugar de privilegio para alguno de los escasos dirigentes que gozan de su confianza para postular.
En Juntos Somos Río Negro, Weretilneck, para senador, ya posicionó al vicegobernador Pedro Pesatti, que comenzó a recorrer la provincial en una costosa camioneta nueva comprada por la Legislatura por casi 100 mil dólares. Pero mostró algunas falencias a la hora de llevar adelante la estrategia: no puede esconder su sangre peronista y marca sus diferencias con el gobierno de Javier Milei. Como diputado, suena fuerte para continuar en el Congreso Agustín Domingo, figura clave del gobernador en la Cámara Baja y estrecho colaborador del sindicalista Walter Cortés en la intendencia de Bariloche, la ciudad con el padrón más abultado de la provincia.
No es tan clara la lectura preliminar en el sector libertario y son varios los que quieren ser cobijados por las fuerzas del cielo. La actual diputada Lorena Villaverde espera ansiosa el sello de La Libertad Avanza en la provincia para ser candidata a senadora. A cargo del avance del trámite judicial está Damián Torres, ex apoderado de Weretilneck, que su posición de pañuelo celeste lo hizo crecer al punto de que aparece entre los posibles candidatos a diputados.
El que sí tiene partido habilitado es Ariel Rivero, el pichettista, ex intendente de Campo Grande ya fue candidato de Milei en la provincia con Primero Río Negro, en la elección a gobernador y no llegó a la diputación nacional por "unas 250 mil razones verdes", dicen desde su espacio. Mantiene diálogo permanente con Lule Menem, de estrechísima relación con Karina Milei.
Por ahora afuera del armado está el ex intendente de Cipolletti y actual diputado Anibal Tortoriello. Intentó con CREO, su partido propio, pero no tuvo avances y los tiempos le juegan en contra. Su única posibilidad será sellar el varias veces prometido acuerdo con Villaverde.
Otro que está a la espera y depende del posicionamiento nacional del PRO es Juan Martín, se reunió con Patricia Bullrich en Bariloche, pero no le confían en LLA. Estuvo en Washington y festejó el triunfo del republicano Donald Trump con una gorra roja con la clásica inscripción "make america great again" (hacer grande a Estados Unidos otra vez) que utiliza el magnate. Celebró por las, que el reconoció, enormes coincidencias con el presidente Milei y su líder Mauricio Macri.
Ya comenzó la carrera por ocupar lugares destacados en la elección de medio término. Es tiempo de armados, alianzas y estrategias, en los que todos son buenos y la memoria es endeble. El espíritu navideño nos invade y los perdones y las redenciones son fáciles de conceder, más si las elecciones están a sólo un puñado de meses.