¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Domingo 27 de Abril, Neuquén, Argentina
Logo Am2022

El ocaso de Roca: la ciudad que dejó de marcar el rumbo rionegrino

La venta de un histórico símbolo local a capitales neuquinos refleja el retroceso de una ciudad que alguna vez fue el epicentro político, económico y cultural de Río Negro.

Sabado, 26 de abril de 2025 a las 16:08

La ortodoxa sociedad de General Roca acaba de recibir un golpe que resuena como pocos en su historia reciente. El histórico Diario Río Negro, emblema de la ciudad, consolidado como el medio que dictó el pulso moral y político de la región, dejó de estar en manos de una de las familias más emblemáticas de la ciudad: los Rajneri. La empresa ahora es propiedad de un grupo empresario neuquino. Esta venta simboliza mucho más que una transacción comercial: marca el derrumbe definitivo de una época en que la ciudad era la más importante de la provincia. Y que hoy transita lejos de las grandes inversiones y espera ansiosa el derrame de Vaca Muerta.

Durante décadas, la realidad existía solamente si aparecía en las páginas del diario, no hacía falta aclarar el nombre. Desde su redacción en Roca, se moldeaban reputaciones, se sentenciaban destinos y se definía el relato de lo que importaba en la provincia. No era exagerado decir que era el guardián de la moral de los rionegrinos. Incluso su máximo referente, Julio "Bubi" Rajneri, no solo dirigió los destinos del periódico, sino que intentó extender su influencia a la política provincial, soñando con ser gobernador, tras su paso como ministro de Educación del presidente Raúl Alfonsín. Fracasó en una interna feroz, derrotado por Horacio Massaccesi, pero el peso simbólico del diario permaneció intacto con su dirección. A tal punto llegó su poder, que sin ningún tipo de limitación hoy tiene un zoológico con animales exoticos en Guerrico. Pero como en toda familia hay conflicto y fueron sus propios sobrinos los que lo destituyeron de la dirección y comenzó la debacle, ayudada por la transformación del negocio de la comunicación.

Roca fue el corazón palpitante de Río Negro. La fruticultura impulsaba su economía, el hospital es el de mayor complejidad y otras instituciones marcaban el destino de quien tuviera un problema de salud. Las ofertas académicas formaban profesionales de toda la región regionales, y su vida cultural y deportiva era envidiada. Fue la cuna de la política, con virtudes y desaciertos que influyeron en todos los rincones de la provincia.

Pero el tiempo pasó. La realidad cambió y Roca no supo o no pudo cambiar con ella. Mientras la riqueza petrolera empujó a Neuquén a un crecimiento explosivo, las inversiones se fueron, la infraestructura envejeció y los grandes proyectos quedaron en el olvido. El Parque Industrial II, que prometía modernizar la matriz productiva local, no despegó, incluso la llegada de empresas nunca se concretaron. Hoy es un desierto como hace más de una década cuando se anuncio el destino de esas 500 hectáreas en la parte norte junto a la ruta 6. El aeropuerto, que supo recibir vuelos comerciales, intentaron que continúe con actividad como eje de un corredor de cargas norpatagónico, hoy apenas sirve para traslados sanitarios y acumula robos y vandalismo.

La histórica ruta 22, lejos de unir, divide y desgasta, sembrando miedo entre los que deben transitarla a diario. Ahora, el proyecto de una ruta petrolera desde la ruta Provincial 6 por la barda norte, ilusiona, aunque no existe nada en concreto y mucho menos dinero para ejecutarla.

El Parque Industrial II de Roca se anunció hace más de una década, tiene 500 hectáreas y aún no se instaló ninguna empresa

Hasta el Tren del Valle, que podría haber traído una bocanada de alivio para la castigada conectividad regional, sigue siendo una promesa lejana, mientras los colectivos colapsados son el único recurso de miles de trabajadores que buscan una salida laboral en Neuquén o Cipolletti, la ciudad que se subió al progreso de su vecina.

En paralelo, las heridas políticas nunca cerraron. Hace casi medio siglo que la ciudad sufre la falta de afinidad con el gobierno provincial. Desde la histórica pelea entre Ricardo Sarandría y Pablo Verani, a fines de los 90s, seguido por la rivalidad entre Carlos Soria y Miguel Saiz, hasta los enfrentamientos más recientes entre los hijos del Gringo, Martín y María Emilia Soria, con Alberto Weretilneck y Arbalea Carreras, en su momento. La falta de sintonía fue minando cualquier posibilidad de construcción de un futuro común y acrecentó el letargo de una ciudad con más de 100 mil habitantes, solo superada en ese rubro por Bariloche.

La sociedad amarillenta roquense ahora pierde el Diario Río Negro y lo vive como un nuevo paso hacia la decadencia. Es que la venta de la mayoría accionaria a los hermanos Carlos y Sergio Pérez, del neuquino Grupo Global sella simbólicamente la pérdida de autonomía cultural y política de Roca. Aunque no hace más que transparentar lo que sucede desde hace décadas: las esperanzas de progreso se mudan del otro lado del puente. Una realidad cotidiana de muchas empresas locales.

El Grupo Global maneja hoteles, estaciones de servicio YPF y Puma en ambas provincias, ferreterías industriales, una cadena de 27 farmacias en Neuquén, Cutral Co, Centenario, Zapala y hasta Puerto Madryn, una empresa de exportación y una importante constructora ligada a la actividad hidrocarburífera que realizó una parte del oleoducto de Oldelval.

Global Fresh es la única de las empresas del grupo que tiene domicilio fiscal en Río Negro

Su único emprendimiento con domicilio en Río Negro son las 2 mil hectáreas de chacras y planta de empaque de Global Fresh. La transacción, que supera los 10 millones de dólares con los herederos Rajneri que ya no formaban parte activa de la dirección del diario, será formalizada en la Asamblea del 30 de abril. Ese día quedará oficializado algo que la sociedad roquense, tan orgullosa de su historia y su influencia, no podrá negar: Roca perdió su brillo.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD