A una semana de las primeras elecciones del año, que serán en la ciudad de Buenos Aires, se precipita en la región la campaña política, en modo soterrado, no explícito; mientras, en la superficie, hay una obscena demostración de cómo la corrupción del Estado incide en el escenario, con lo poco que se ventila mediáticamente, por acciones judiciales concretas, y por lo mucho que la gente tiene presente el tema. En Neuquén, Rolando Figueroa sostiene una gestión dinámica, variada, intensa; mientras, al mismo tiempo, atiende a las cuestiones estratégicas del armado electoral, diseñado para polarizar lo más posible con la representación local que presente La Libertad Avanza.
En la semana, hubo un gran despliegue de allanamientos motivados por las causas que se le siguen a la ex vicegobernadora Gloria Ruiz; es un caso emblemático que remite a la corrupción del Estado; lo mismo que la otra gran causa, que llegará a juicio en poco tiempo más, la que pretenderá esclarecer y castigar una miserable maniobra de ex funcionarios y punteros que lucraron, y, tal vez, robaron para la corona, con el manejo de los fondos destinados a los planes sociales, en plena vigencia de aquellos gobiernos teñidos por el manto oscuro de la pandemia.
La campaña política, por ahora, no se muestra. Pero está implícita, mientras crece una casi natural paranoia culposa de los unos contra los otros: toda manifestación podrá ser leída a favor o en contra, apuntándole a octubre, aunque esté lejos. Es la fase competitiva de la política, la que en estos días se ve a pleno en el escenario nacional, en el que atribulados y crispados actores miran a Buenos Aires como si lo que sucediera el domingo 18 con los legisladores porteños fuera suficiente para marcar la suerte política del año. Así como en Neuquén se muestra sin pudor cómo entramados políticos pecaron con el delito de manera flagrante, a nivel nacional pasa lo mismo, y hay movidas que saben al mal gusto de la sospecha y se prestan para el reparto de culpas e inocencias, como lo sucedido en el Senado con Ficha Limpia y el voto sorpresa de dos legisladores de Misiones.
Sin embargo, en Neuquén hay elementos que pesan más que en otros distritos, pues se juega todo el tiempo con la posibilidad de abrir un futuro venturoso desde la economía y su beneficio social, tanto como una posibilidad casi igual para inaugurar, en cambio, un nuevo fracaso que aborte lo que la profundidad geológica de la naturaleza ha concedido.
El peso electoral del año es, por ende, muy superior en Neuquén al que puede tener en otros distritos, donde simplemente jugarán las próximas elecciones en cuestiones más mezquinas. En Neuquén, lo que se pondrá en juego es sumar seis legisladores nacionales a una causa tan urgente como trascendente, una causa que garantice que el movimiento económico producido por Vaca Muerta se derrame con fuerza sobre la sociedad neuquina. Este es uno de los argumentos que comienza a mostrarse con fuerza antes de inaugurar campañas y mostrar candidatos: la movida político electoral en Neuquén tendrá mucho concepto contrastante, mucha idea contrapuesta a otra idea, independientemente de quienes encarnen esas consignas.
Por eso, no es ocioso el natural diagrama de 2025, que conjuga la cara nefasta del Estado, en Tribunales, mientras al mismo tiempo ofrece el polo contrastante, el de la política como virtud y no como defecto, para conseguir mejorar y no empeorar, progresar y no retroceder. No hay campaña abierta todavía porque antes se buscará mostrar la corrupción y su castigo, coincidente con la idea de otro modelo, el de un Estado más sano y controlado, en definitiva, más honesto. Esto está a la vista ya, se ve, independientemente de maniobras y acciones del folklore político, de esas obviedades que generalmente no suman más que satisfacción onanista.
En este contexto, el gobierno neuquino busca sostener alta la vara de la autoexigencia. Un día está en Houston, Texas, el otro está en El Cholar, Neuquén. La dificultad más grande es cómo conjugar esas dos realidades, lo macro con lo micro, lo general con lo particular de cada ciudadano que pelea y estudia y cree en poder vivir mejor su vida. Si esa complejidad se resuelve bien, el oficialismo provincial saldrá fortalecido en octubre.