La muerte de Diego Maradona sigue siendo motivo de investigación. El astro del fútbol murió el pasado 25 de noviembre y la Justicia puso el ojo en el cuerpo médico, con Leopoldo Luque a la cabeza.
La Justicia busca determinar si hubo o no homicidio culposo y si el desenlace se podría haber evitado, por ello el allanamientos y el secuestro de, entre otras cosas, celulares de Luque y de la psiquiatra Agustina Casachov.
El deceso de Maradona se produjo en la casa del country San Andrés. En el lugar, el servicio médico intentó reanimarlo, mientras la ambulancia llegaba. Según la información publicada en la revista Gente, una persona del entorno, que temía el final del Diez, intercambió una serie de audios y mensajes con Leopoldo durante 33 minutos.
Por otra vía, ya temiendo lo peor, Luque también habló con su socio para comunicarle lo que había pasado y para darle la ubicación de la casa en la que estaba Diego. “Tranca vos, yo estoy por la autopista ya. Parece que está muerto. Posta que está muerto”, se escucha en uno de los audios a los que accedió Infobae.
La noticia ya circulaba en los medios, y enterada por esta vía, Cosachov le comunicó a Luque lo que estaba pasando. Del otro lado, la respuesta de Leopoldo: “Si boludo parece que hizo un paro cardiorrespiratorio y se va a cargar muriendo el gordo. Ni idea que hizo. Yo estoy yendo para allá”.
Luego, el neurocirujano le cuenta a Agustina: “Ahora está con el equipo, lo están reanimando con una vía e intubando. Pero estuvimos como 10, 15 minutos haciéndole nosotros porque no llegaba la ambulancia”. Además, le detalla sobre el momento en el que lo encontraron. “Entramos a la pieza y estaba frío, frío. Con toda la circulación marcada. Empezamos a hacer reanimación y recuperó un poco el tono y, digamos, recuperó un poco la temperatura. Todo esto fueron durante 10 minutos que le hicimos RCP manual entre la enfermera, El Negro, yo y Monona (la cocinera)".
También intentó tranquilizar a Agustina, la psiquiatra, que estaba desbordada: “Tranqui, trata de bajar, esto es así. Hicimos lo que teníamos que hacer, Agustina. Estaba la familia al tanto de todo, todos en comunicación. Son pacientes así, muy difíciles”.