Lo que parecía una emisión más de Los 8 escalones terminó convirtiéndose en una escena digna de novela romántica. Todo comenzó con una simple pregunta musical sobre un ícono latinoamericano, pero en segundos el estudio se llenó de sorpresa, risas nerviosas y miradas cómplices. Nadie imaginaba que una conversación inocente iba a destapar una historia oculta del pasado.
Mientras se presentaba una consigna sobre la carrera de Luis Miguel, Barbie Simons expresó su entusiasmo por el artista sin prever lo que vendría después. La dinámica parecía rutinaria hasta que una de sus compañeras retomó un recuerdo compartido que cambió por completo el clima del programa. Una frase lanzada al pasar encendió la curiosidad del público presente y de quienes seguían el ciclo desde sus casas.
Con aparente naturalidad, Pampita rememoró los recitales a los que había asistido junto a Barbie Simons y contó entre bromas que ambas se ubicaban siempre en primera fila. Fue entonces cuando la periodista decidió ir un paso más allá y revelar un momento que, hasta ese instante, se mantenía en silencio. Con picardía, contó que Luis Miguel habría tenido un gesto directo hacia la modelo y que incluso hubo un intento de acercamiento más personal.
El detalle que soltó Barbie Simons no pasó desapercibido: relató que el músico le tiró una rosa desde el escenario, la miró fijamente y, según Pampita, la invitó a salir después del show. La confesión cayó como una bomba en el estudio, despertando exclamaciones, sorpresa y risas entre los presentes. El comentario, lanzado sin filtro, generó una reacción inmediata entre los demás integrantes del programa.
Lejos de incomodarse, Pampita respondió con humor e ironía. Fingió no recordar el episodio y bromeó sobre su fanatismo por el artista, lo que hizo que el público celebrara aún más el momento. La escena ya estaba instalada como uno de los momentos más jugosos de la emisión, y las redes sociales no tardaron en multiplicarlo.
Barbie Simons, lejos de dejar el tema atrás, redobló la apuesta con una sentencia que hizo estallar al estudio. Afirmó que jamás le perdonaría a su amiga no haber aceptado aquella supuesta invitación, dejando claro que para ella se trataba de una oportunidad única. Sus palabras se convirtieron en la frase más comentada del segmento.
José Chatruc, que había presenciado la situación en vivo, se sumó a la conversación con una broma que hizo descostillar a todos. Con su clásico tono relajado, aseguró que él no habría dudado ni un segundo en aceptar una propuesta así. Sus dichos aportaron más picante a una escena que ya había desbordado de complicidad.
El episodio quedó sellado con carcajadas, pero también con una sensación de sorpresa colectiva. La revelación sacó a la luz un capítulo inesperado, generó titulares y convirtió una anécdota privada en uno de los momentos televisivos más comentados del día.