La noticia del rescate de Lourdes Fernández, más conocida como Lowrdez, conmocionó al ambiente artístico. Tras haber sido hallada en medio de una situación alarmante junto a su expareja, Leandro García Gómez, quien quedó detenido, su amiga y excompañera de Bandana, Virginia Da Cunha, expresó su preocupación y alivio en una entrevista con C5N.
Desde Mendoza, donde actualmente reside, Virginia Da Cunha compartió su angustia ante los días previos al hallazgo. “Ya estábamos preocupadas porque no aparecía. La intuición no falló y terminamos salvándola de algo que podía ser irreversible”, contó, subrayando el peligro que corría la cantante y la importancia de haber actuado a tiempo.
La artista señaló que siente alivio por el accionar de las autoridades, aunque reconoció que el daño emocional es profundo. “Cuando una persona deja de confiar en su percepción, el impacto es enorme”, reflexionó. También se refirió a cómo muchas mujeres atraviesan relaciones tóxicas sin poder reconocerlas hasta que es demasiado tarde.
“Todas pasamos por eso en algún momento. La raíz del problema es el amor malentendido. Para sanar hay que aprender a amarse con todo, incluso con las sombras”, sostuvo, en un mensaje que buscó trascender el caso particular de Lourdes Fernández para reflexionar sobre un fenómeno social más amplio.
Virginia Da Cunha confesó que el círculo cercano de Lowrdez ya intuía un final preocupante. “Se veía venir. A veces una quiere ayudar, pero cuando la persona está atrapada pierde discernimiento”, explicó, apuntando a la complejidad de intervenir en vínculos violentos.
Además, remarcó la importancia de reconectar con el cuerpo, el arte y la creatividad como vías para reconstruirse después del trauma. “La danza, la música, el arte… eso la va a fortalecer. Ese es el camino para renacer”, expresó con convicción.
En otro tramo de la entrevista, la cantante denunció las manipulaciones del agresor, al que describió como “un psicópata muy inteligente”. También advirtió sobre las dificultades que presenta el sistema judicial, que “a veces no es justo” y puede reproducir sus propias toxicidades.
“Lo importante ahora es que Lourdes recuerde quién es. Nadie volverá a callarla ni a maltratarla”, concluyó Virginia Da Cunha, con un mensaje de fe y resiliencia frente a una historia que sacudió al país.