La causa que involucra a Leandro García Gómez dio un giro contundente luego de que el juez rechazara su pedido de excarcelación. El hombre continuará detenido tras haber sido encontrado junto a Lourdes Fernández en un departamento del barrio de Palermo, en un estado que generó preocupación inmediata. La imputación por privación ilegítima de la libertad fue el primer indicio de una trama inquietante que no tardó en tomar repercusión pública.
La búsqueda se desencadenó luego de que familiares y allegados denunciaran la falta de contacto con Lourdes Fernández durante aproximadamente veinte días. El operativo terminó en el domicilio de Leandro García Gómez, quien ya había sido señalado por violencia de género en 2022. Pese a la defensa presentada por su equipo legal, el juez siguió el pedido fiscal y mantuvo la detención preventiva.
En la resolución judicial se detallan razones de peso que fundamentan la decisión. Allí se remarca no solo la gravedad de los hechos, sino también el comportamiento del acusado durante la investigación. Su negativa inicial a colaborar obligó a solicitar una orden de allanamiento, y su actitud despertó sospechas sobre un posible intento de eludir la acción penal.
Además, el magistrado mencionó el riesgo de entorpecimiento, sustentado en testimonios de allegados que describieron al imputado como manipulador y controlador. Productores, managers y contactos cercanos señalaron episodios de presión para que no interfirieran en la relación, al punto de que la cantante debió cambiar reiteradamente su teléfono.
Leandro García Gómez solicitó ser liberado bajo monitoreo electrónico, una alternativa que había sido anticipada como improbable por especialistas. Finalmente, la Justicia descartó esa posibilidad. Mientras tanto, Lourdes Fernández continúa justificando a su expareja, algo que el informe interdisciplinario interpretó como una percepción deficitaria del riesgo y una naturalización de la violencia.
La historia suma otro capítulo con la denuncia realizada por la madre de la artista, quien alertó al no tener noticias de su hija. Tras horas de trabajo policial, Leandro García Gómez fue apresado e imputado también por lesiones en un contexto de violencia de género.
Los antecedentes completan un panorama grave: denuncias previas, agresiones físicas y situaciones que podrían constituir un riesgo procesal, ya sea por fuga o por interferencia en la investigación. El fiscal a cargo expresó su preocupación por el nivel de violencia evidenciado en el vínculo.
Testimonios televisivos agregaron detalles escalofriantes: golpes, patadas y un presunto guion para encubrir la situación frente al público. Incluso la propia víctima reconoció haber sufrido violencia psicológica durante una relación que comenzó en plena pandemia. Con estos elementos, la Justicia decidió que Leandro García Gómez continúe tras las rejas mientras avanza la investigación.