Desde que empezó la nueva temporada de MasterChef Celebrity por Telefe, la participación de Maxi López bajo la conducción de Wanda Nara se convirtió en uno de los atractivos más fuertes del ciclo. La ex pareja, que compartió años turbulentos expuestos a la opinión pública, sorprendió al mostrarse en una sintonía diferente: más cercana, relajada y con un humor que despertó la curiosidad de los televidentes desde el primer programa.
Ese juego cómplice volvió a aparecer en la gala del martes, aunque esta vez con una chispa extra que dio que hablar. Todo comenzó en el mercado, uno de los grandes momentos de tensión para los famosos que intentan elegir en pocos minutos lo que definirán sus platos. Maxi López buscaba cebolla de verdeo para su propuesta del día y no dudó en pedir ayuda a la anfitriona, que aprovechó la situación para hacerle una broma.
Con total seguridad, Wanda Nara le alcanzó unos puerros y el exfutbolista se quedó conforme con su elección... hasta que Germán Martitegui se acercó a revisar los ingredientes. La confusión estalló al instante y Maxi López no tardó en defenderse, entre risas, señalando a la conductora como la responsable del error. El jurado, rápido de reflejos, remató la escena con una chicana: “¿Vos todavía le creés a ella?”.
La tensión divertida siguió cocinándose. Más tarde, frente a cámaras y sin perder su estilo filoso, Wanda Nara lanzó una frase que sorprendió: “Yo no entiendo por qué te dejé, mirá lo bien que cocinás”. El exdelantero tomó el comentario con humor y respondió manteniendo el clima distendido: “Era la motivación justa”.
Mientras el cronómetro avanzaba, la conductora volvió a presionarlo con humor pidiéndole más velocidad: “No te podés ir en la segunda gala, sería un papelón”. Él, lejos de mostrar nervios, se mantuvo firme y eligió no arriesgar nombres cuando ella lo invitó a pronosticar una eliminación para “traer suerte”.
El pico del cruce llegó con la presentación del plato, un satay con guiños orientales. Entre risas, Wanda Nara lanzó la frase que dio origen al comentario de la jornada: “Igual que diga maní o comida oriental, siento que todo es una mojada de oreja para mí”. La ocurrencia provocó carcajadas generales, pero también dejó flotando la idea de que, detrás del chiste, algo de picante siempre queda.
Con cada programa, esta dupla demuestra que puede hacer del reality una experiencia más allá de la cocina: un reencuentro televisivo donde la tensión del pasado se convierte en un condimento que todos esperan volver a probar.