La noche de Palermo Chico se vistió de fiesta para celebrar un nuevo cumpleaños de Marcela Tinayre, quien decidió abrir las puertas de su hogar para una velada llena de glamour y emociones. Sus 75 años se convirtieron en el motivo ideal para reunir a familiares y amigos muy cercanos, en un clima de calidez y complicidad que marcó cada momento de la celebración.
El festejo tuvo un condimento especial: la presencia de su madre, la legendaria Mirtha Legrand, que no se pierde ninguna ocasión para acompañar a su hija en los acontecimientos más importantes. También estuvo su nieta Ámbar de Benedictis, que aportó el toque juvenil y moderno dentro de un entorno donde prevalecieron la elegancia y los vínculos afectivos.
Desde el comienzo de la noche, los invitados comenzaron a llegar con alegría y entusiasmo para compartir el brindis. Entre los nombres destacados se encontraban Baby Etchecopar con su esposa, Mauricio D’Alessandro junto a Mariana Gallego, Teté Coustarot, Mora Furtado, Adriana Costantini y Martín Cabrales, figuras que forman parte del círculo social y artístico que acompaña a la conductora desde hace años.
Marcela Tinayre se transformó en el centro de todas las miradas con un look que representó a la perfección su esencia: un vestido blanco con lunares negros, una tendencia del momento. El diseño incluía escote Bardot, mangas voluminosas y una caída holgada, un combo perfecto que aportó frescura y sofisticación. Para completar, eligió sandalias nude que reforzaron la elegancia del conjunto.
La diva de los almuerzos también deslumbró con su estilo inconfundible. Mirtha Legrand optó por un vestido negro de encaje, largo y refinado, que demostró una vez más su vigencia en el ámbito de la moda. Acompañada por su amigo Alejandro Veroutis, se la vio disfrutar de las charlas, los brindis y los homenajes a su hija, con una sonrisa que se mantuvo durante toda la noche.
El toque tierno y divertido lo aportó Ámbar, quien eligió un look preppy con falda gris, borcegos y una remera muy especial: en ella llevaba estampada una foto de cuando era bebé en los brazos de Marcela Tinayre, un guiño familiar que emocionó a más de uno.
Entre risas, anécdotas y muchos abrazos, la celebración dejó en claro que los afectos son el mejor regalo. Rodeada de cariño, Marcela Tinayre recibió su nuevo año de vida reafirmando la importancia de compartir con quienes la acompañan en cada paso.
La noche, que combinó momentos emotivos con instantes de pura diversión, se convirtió en una fiesta inolvidable para todos los presentes. Un recuerdo que quedará grabado en la memoria familiar y en la historia de quienes la acompañaron en este cumpleaños tan especial.