En medio de un presente personal y mediático ya cargado de tensiones, Wanda Nara enfrenta ahora una denuncia laboral que vuelve a poner su nombre en el centro del conflicto. La presentación judicial fue realizada por su exsecretaria, Luli Oliver, quien reclama una suma millonaria y asegura que durante su vínculo laboral cumplía funciones mucho más amplias de las que figuraban en los papeles. El caso desató polémica no solo por los números, sino también por el nivel de cercanía y responsabilidad que ella afirma haber tenido dentro del círculo íntimo de la empresaria.
Según detallaron en distintos programas de espectáculos, Luli Oliver sostiene que trabajó para Wanda Nara desde marzo de 2023 y que, durante ese período, también estuvo a cargo de la rutina diaria de sus hijos. La joven afirma que percibía 1.5 millones de pesos en negro, un punto clave de su denuncia. “Como secretaria personal de ella se ocupaba de la organización familiar en el día a día. Desde coordinar con las empleadas que cumplían funciones de limpieza, cocina y gestión operativa de la casa”, explicó Santiago Sposato al detallar las tareas.
La situación se complejiza aún más cuando se suman los lugares en los que trabajaba. Sposato agregó que la joven se movía entre “Chateau Libertador y Santa Bárbara”, dos de los inmuebles donde se desarrollaba la vida cotidiana de la familia. En A la tarde ampliaron el panorama al asegurar que la exsecretaria también coordinaba actividades escolares y extracurriculares. “Si se cancelaba alguna de las clases era Luli la que los iba a buscar con el auto, porque tenía cédula azul. En el colegio era reconocida como adulto responsable”, remarcaron.
La filtración de chats entre ambas encendió aún más el escándalo. Allí puede verse el momento en el que negocian el sueldo que debería quedar formalizado.Luli Oliver planteó sus dificultades económicas: “‘Yo no puedo tener un sueldo de 1.5 bruto porque con lo que me queda en mano no me alcanza ni para pagar el alquiler que son 700 mil pesos’”. La respuesta de Wanda generó controversia: “‘Yo entendí siempre en bruto porque no me da por lo que yo facturo’”.
El intercambio suma otra frase de Wanda que llamó la atención en el panel. “Máximo te lleva 6 horas, quizás podés tener otra cosa. A veces ni te reclamo físicamente”. La exsecretaria sostiene que su jornada real era mucho mayor: “7 a 21”.
La empresaria también habría puesto límites al aumento salarial en otro tramo del chat: “‘Yo más de esto, en este momento, no puedo pagarte’”. En la denuncia, Luli Oliver asegura que, además de coordinar la rutina familiar, también realizaba trámites sensibles como pasaportes, ciudadanía y gestiones bancarias en el exterior, siempre según su propia presentación.
El reclamo que llegó a la Justicia asciende a casi 28 millones de pesos por daños y perjuicios, vacaciones y aguinaldos no abonados, indemnización, preaviso y otros ítems vinculados a la relación laboral. La causa recién empieza y promete convertirse en un nuevo capítulo dentro del universo Wanda, donde cada conflicto privado termina siendo también un tema de repercusión pública.