La llegada de una figura internacional puede cambiar por completo el ritmo de Buenos Aires, y eso quedó demostrado desde que Dua Lipa puso un pie en la ciudad. La artista viajó acompañada de su familia y parte de su equipo, lista para disfrutar de unos días de descanso que, sin proponérselo, terminaron convertidos en un espectáculo para el público local. Apenas se instaló en un hotel de Recoleta, los primeros fanáticos ya se habían organizado para saludarla y seguir de cerca cada uno de sus movimientos.
Durante su estadía, Dua Lipa eligió caminar al ritmo porteño y conocer distintos rincones sin demasiada producción. Pero incluso así, el furor fue inevitable. Uno de los momentos más comentados surgió cuando decidió almorzar en un restaurante de estética natural, rodeado de vegetación, donde compartió una salida familiar relajada que rápidamente se volvió viral.
El almuerzo transcurría con total tranquilidad hasta que una admiradora se acercó para pedirle una foto. Con amabilidad aceptó y siguió disfrutando del encuentro. Sin embargo, la imagen llegó a redes en cuestión de segundos y provocó una verdadera revolución al exterior del local. En pocos minutos, la calma dio paso a una multitud cargada de emoción.
Fiel a su estilo, la cantante mantuvo una actitud serena. Probó opciones sin gluten, comentó lo rico que estaba todo y hasta se animó a soltar algunas frases en español que sorprendieron a todos. Antes de irse, saludó a varias personas y dejó un recuerdo inolvidable para quienes se cruzaron con ella de casualidad.
Los paseos gastronómicos se repitieron. En otra salida, eligió una parrilla en Villa Crespo para degustar cortes premium como Wagyu junto a clásicos de la cocina local, desde mollejas hasta chinchulines. Nuevamente mostró curiosidad por la cultura culinaria porteña, preguntó por cada plato y volvió a lucirse con su español.
Las redes sociales hicieron el resto. Sus looks, sus recorridos y hasta su café despertaron interés global. Cada foto se multiplicó en minutos, haciendo que la ciudad entera pareciera estar en alerta permanente.
Lo que Dua Lipa fueron días libres, para sus seguidores se volvió un acontecimiento cultural. Entre selfies, gritos emocionados y videos que recorrieron el mundo, dejó una huella imborrable en su paso por Buenos Aires.