El domingo 8 de diciembre, la noche de los Martín Fierro de Cine y Series 2025 tuvo uno de sus capítulos más conmovedores cuando Natalia Oreiro se consagró con el Martín Fierro de Oro en la categoría Cine por su labor en La mujer de la fila. La actriz, que no esperaba semejante reconocimiento, quedó totalmente paralizada al escuchar su nombre y protagonizó una reacción que rápidamente se volvió el centro de todas las miradas.
Minutos antes, la industria había festejado el triunfo de El Eternauta como la gran ganadora del Martín Fierro de Oro en Series, lo que ya anticipaba un cierre lleno de emociones. Sin embargo, la sorpresa se duplicó cuando la conductora del evento, Teté Coustarot, anunció a Natalia Oreiro como la figura máxima del cine durante esta edición. “Creeteló, Natalia. Sí, es para vos”, expresó entre risas y entusiasmo, mientras el auditorio estallaba en aplausos y ovaciones.
Desde su asiento, la actriz permaneció inmóvil por unos segundos, visiblemente conmovida. Entre los primeros en celebrarla se destacó Luciano Cáceres, co-conductor de la gala, quien señaló: “Natalia es una gran actriz y una gran persona. Festejada esta noche en los Martín Fierro”. La atmósfera se volvió aún más vibrante cuando Griselda Siciliani gritó un efusivo “¡Bravo!”, generando una ola de gritos y felicitaciones que llenó la sala.
En su ascenso al escenario, Natalia Oreiro no pudo ocultar su mezcla de incredulidad y emoción. Tomó el micrófono, observó el auditorio en silencio durante unos instantes y lanzó una frase que desató nuevas ovaciones: “¿Están seguros? Gracias. Muchísimas gracias. No sé qué decir”. Desde las butacas, surgieron respuestas espontáneas como “¡Te lo merecés!” y “¡Genia!”, confirmando el cariño del público.
En su discurso, la actriz agradeció a Aptra, a sus padres y a todos los maestros que marcaron su camino artístico. Con humildad, reconoció que al inicio no se consideraba una buena intérprete, pero destacó el valor de los directores y profesores que la guiaron, mencionando especialmente a Benjamín Ávila, quien le dio su primera gran oportunidad dramática.
También dedicó palabras a su familia: “Gracias a mi hijo, que está orgulloso de la mamá que le tocó”, expresó con la voz entrecortada. Extendió ese agradecimiento a su compañero, a su manager y a su círculo íntimo, quienes la acompañaron en cada etapa de su carrera.
Antes de cerrar, Natalia Oreiro remarcó su amor por Argentina y Uruguay, países que considera fundamentales en su identidad personal y profesional. Finalmente, agradeció al periodismo por el acompañamiento a lo largo de su recorrido, coronando así uno de los momentos más emotivos de toda la ceremonia.