Luciano Castro y Griselda Siciliani llevan un año desde que oficializaron su noviazgo, un vínculo que el actor no dudó en compartir con sinceridad y humor en una entrevista reciente con Verónica Lozano.
Entre risas, Luciano admitió haber cumplido una de sus fantasías más íntimas con su pareja, relacionada con el personaje que Griselda interpreta en la serie sobre Carlos Menem: "Una fantasía hecha realidad", confesó cuando le preguntaron si había hecho el amor con Zulema Yoma, personaje encarnado por Siciliani.
Con tono jocoso, agregó: "Se complicó cuando se le cayó la peluca. Pero veníamos bien", dejando entrever la mezcla entre ficción y realidad que les resulta divertida.
Además, el actor destacó la entrega y pasión que Griselda despliega en su carrera: “Esta pasión desmedida que tiene la explota, no pierde oportunidades”, comentó entre bromas y admiración.
Sin embargo, Luciano también reveló un aspecto que le molesta de su pareja, vinculado a su exigencia profesional: "Gri tiene algo que es una apasionada por demás de su trabajo, de su vocación, para mi forma de ser", explicó.
Relató que durante el verano, Griselda lo acompañó a varias funciones teatrales y que, a pesar de que a él le gusta desconectarse y no hablar de la obra después de cada función, su pareja no puede dejar de analizarlo: “La Tana se sienta y me dice ‘¿por qué hiciste eso?’. Yo le digo ‘después hablamos’. Tiene esa cosa de que no lo puede (soltar su exigencia). Lo hace conmigo que soy su pareja, con un amigo, con su hermana y con cualquiera que va a ver”, detalló.
En cuanto a la historia de amor entre ambos, Luciano recordó que fueron novios en su juventud pero que la relación actual adquirió un significado distinto: “Fuimos novios de jovencitos, nos separamos y cuando te reencontras de grande tiene otro sentido todo”.
El actor reflexionó sobre el aprendizaje que trae la madurez: “Ves cosas que cuando eras pibes no las veías, no te dabas cuenta. Hoy las veo y digo que verde que era... Tiene que ver con la vida. Te reencontrás de otra forma, hablás de otras cosas, planteás otras cosas, tenés otras propuestas”.
Finalmente, Luciano bromeó con la diferencia de edad entre ellos: “Seguimos siendo los mismos. Por lo menos yo tengo 50 años”, lanzó antes de hacer un guiño divertido respecto a Griselda, a quien le asignó “24 años”.