La familia crece y la emoción se multiplica. Las Trillizas de Oro, íconos entrañables del espectáculo argentino, atraviesan días de ansiedad y ternura ante la inminente llegada de un nuevo nieto. En esta oportunidad, es Laura Laprida, hija de María Eugenia, quien transita la última etapa del embarazo desde Madrid, lista para convertirse en madre.
Como ya es costumbre, las redes sociales se convirtieron en el canal elegido para compartir con el público ese momento tan íntimo. A través de un video repleto de humor, dos de Las Trillizas de Oro aparecieron junto a Laura Laprida, como la conocen todos, bromeando con el tiempo que se está tomando el bebé para nacer. La complicidad familiar traspasa la pantalla.
En la grabación se escuchan frases divertidas y llenas de ansiedad: “¿Qué sos, un elefante? ¿14 meses?”, dice una de las abuelas entre risas, mientras la futura mamá las acompaña con una sonrisa cómplice. A punto de viajar, una de las trillizas le ruega al nieto por asomarse antes de que ella parta: “Necesito ver tu carita”. El deseo, mezclado con la ternura, generó miles de reacciones.
Instalada hace años en España junto a su esposo Eugenio Levis, Laura Laprida documentó con total honestidad su embarazo en Instagram, convirtiendo su cuenta en una suerte de bitácora maternal. Desde videos en la playa mostrando los movimientos del bebé hasta reflexiones sobre los cambios físicos y emocionales, sus publicaciones despertaron empatía y admiración.
Uno de los clips más comentados fue el de su panza moviéndose al ritmo de la canción “93 Million Miles”, mientras disfrutaba del sol y la arena con un muñeco Labubu. “Falta un mes todavía, jeje”, escribió en aquel momento, cuando la espera ya parecía eterna. Sus seguidores no tardaron en reaccionar con mensajes de aliento y cariño.
La actriz también mostró el lado más real y gracioso del embarazo. En otro video se la ve riendo mientras intenta levantarse de una piscina: “¿Y ahora cómo me levanto?”, dice en tono de broma, visibilizando las dificultades con las que muchas se sienten identificadas.
Más allá del humor, el video refleja algo mucho más profundo: el valor del acompañamiento familiar, incluso a la distancia. Entre aeropuertos, videollamadas y mensajes cruzados, las Las Trillizas de Oro siguen demostrando que el vínculo se sostiene con amor y creatividad, aun cuando los kilómetros separan.
La llegada del nieto número veinte de las Trillizas de Oro es más que un dato: es la celebración de una vida familiar extensa, cálida y compartida con el público. Con humor, amor y una espera que ya no da tregua, el nuevo integrante está por llegar.