A pocos meses de celebrar sus 87 años, Alberto Cormillot volvió a demostrar que no tiene reparos a la hora de hablar de temas que muchos evitan. En una entrevista reciente, el reconocido médico especialista en nutrición sorprendió con una confesión sobre su vida sexual y dejó en claro que, para él, la edad no es un límite cuando se trata del deseo.
“Mientras el cuerpo no me ponga freno, yo no me lo voy a poner”, afirmó con firmeza, dejando entrever que su intimidad con su esposa, la nutricionista Estefanía Pasquini, de 39 años, sigue siendo activa y satisfactoria. Padre de Emilio, de 3 años, Alberto Cormillot explicó que su rutina en este aspecto no ha cambiado con el paso del tiempo.
El médico relató que su experiencia personal contradice el estereotipo de que la vida sexual disminuye drásticamente en la vejez. “No he notado cambios en mi vida sexual. Se mantiene igual que antes”, comentó, para luego sumar una referencia personal muy significativa: su propio padre mantuvo actividad sexual hasta sus 95 años.
Consultado sobre cuántas veces por semana mantiene relaciones, Alberto Cormillot fue concreto y sin rodeos: “Más de una vez seguro, y muchas veces dos o tres. No todos los días, porque depende del ánimo y de las circunstancias, pero sí, claramente más de una vez por semana”.
En su análisis, también dejó un mensaje para derribar prejuicios. Según él, limitar el deseo o la práctica sexual únicamente por la edad es una forma de discriminación hacia las personas mayores. Incluso destacó que no siempre se necesita una erección completa para disfrutar de la intimidad y que existen múltiples maneras de compartir placer en pareja.
Además, el médico se refirió a los factores que pueden influir en la sexualidad con el paso de los años, como la disminución de testosterona o los cambios en el estado de ánimo. Sin embargo, destacó los múltiples beneficios de mantener una vida sexual activa: desde la reducción del estrés hasta la liberación de endorfinas y la mejora del bienestar general.
Con su característico estilo directo, Alberto Cormillot no dudó en definirse como “una persona vieja” sin que eso le cause incomodidad, aunque marcó un límite: “No me gusta que me digan ‘abuelo’”.
En paralelo a estas declaraciones, el médico sigue sumando proyectos fuera de la medicina y recientemente fue noticia por su participación artística en el Circo Servian, una faceta que demuestra que su energía y vitalidad siguen intactas.