En el programa LAM, Mónica Farro y Yanina Latorre protagonizaron un momento que rápidamente se volvió tendencia. Lo que comenzó como un cruce de palabras cargado de reproches terminó en una escena que dejó a todos sin palabras: la vedette se levantó de golpe y caminó hacia la panelista, provocando que muchos creyeran que estaba a punto de agredirla.
La tensión se había desatado cuando Mónica Farro tomó la palabra con firmeza. Según expresó, no se trataba de una simple broma televisiva, sino de un hostigamiento constante. “No es el pelo sucio, es la burla y la humillación”, declaró, remarcando que había recibido numerosos mensajes de apoyo de personas que se sentían identificadas con su situación.
Yanina Latorre, por su parte, intentó restarle dramatismo al tema y negó cualquier intención de lastimarla. “No fue mi intención humillarte ni nada”, aseguró. También buscó mostrar un costado conciliador: “Yo no compito con vos. Agradezco lo que estás haciendo de verdad”. Con esas palabras, intentó apagar el fuego que ya había encendido el cruce.
Fue entonces cuando se produjo el instante más tenso de la noche. Mónica Farro, visiblemente afectada, se levantó de su silla y se acercó con paso decidido a Yanina Latorre. El estudio entero se paralizó. Los panelistas y el propio conductor contuvieron la respiración, convencidos de que estaba a punto de ocurrir una agresión física.
La sorpresa llegó cuando, en lugar de un golpe, la vedette abrazó a la panelista. El gesto dejó a todos descolocados. Una de las integrantes del panel confesó entre risas nerviosas: “Me asusté, pensé que se levantaba para pegarle”. Otra, en cambio, celebró: “¡Cuánta luz en este programa!”.
El desconcierto se mezcló con recuerdos de viejas disputas. Algunos mencionaron a Romina Escalora, quien en ocasiones anteriores había defendido públicamente a Mónica Farro. También en redes sociales se multiplicaron los memes sobre el famoso chiste del pelo, reavivando la polémica más allá del estudio.
Este inesperado giro transformó lo que parecía un escándalo en una especie de reconciliación forzada. El público, entre divertido y sorprendido, convirtió el momento en tema de conversación en Twitter e Instagram, donde los comentarios y reacciones no tardaron en viralizarse.
Finalmente, Mónica Farro dejó un último mensaje para cerrar el ida y vuelta: “No tiene olor mi pelo”. Aunque dicha con tono de broma, la frase buscó poner fin a la controversia que había mantenido en vilo tanto al panel como a la audiencia en sus casas.