Luciana Salazar rompió en llanto al contar que la Justicia finalmente le dio la razón en su pelea contra Martín Redrado por la cuota alimentaria de Matilda. La modelo relató con crudeza el proceso que vivió en los últimos años y, entre lágrimas, aseguró que siente que atravesó una verdadera batalla personal que por fin tuvo un desenlace a su favor.
El fallo del Juzgado Civil levantó la suspensión que pesaba sobre la causa, la cual estaba frenada por una denuncia penal presentada por el economista, quien había acusado a Luciana Salazar de “extorsión”. Con esa decisión, la balanza se inclinó a su favor y decidió hablar en Puro Show, donde no ocultó la mezcla de angustia y alivio que atraviesa.
“Mi hija todavía no sabe su historia completa, es un tema que me hace mucho daño. Psicológicamente no estoy preparada para contarlo públicamente, por eso no estoy yendo a programas, porque este es un tema que me sigue lastimando. Nadie sabe lo que yo viví, esto es una película de terror”, confesó con la voz quebrada.
La modelo recordó cómo estos conflictos afectaron incluso sus primeros años de maternidad. “Me duele todo de Redrado, desde que mi hija vino al mundo hasta todo lo que viví, porque Matilda no pudo tener una madre al 100% por todos los problemas emocionales que una mujer pasa en estas situaciones”, admitió, dejando en claro cuánto la marcó la pelea judicial.
En su descargo también habló de los momentos más oscuros: “Es como que a un inocente le adjudiquen cosas que no hizo, me agarró bronca con todo el mundo, hasta con los periodistas. Cuando del otro lado hay una persona que también es conocida y que encima tiene poder, luchás mucho más, porque tenés todo para perder con una persona que tiene contactos”.
Con lágrimas en los ojos, expresó lo que significó este fallo: “Estoy llorando chicos. Tengo muchos sentimientos encontrados, justo tengo felicidad porque siento que gané una guerra que no podía sostener más, esto ya me lo había tomado personal, más allá de mi hija”. Y agregó: “Ensuciaron mi nombre y me acusaron de cosas que no merezco, me llamaron extorsionadora por luchar por mi hija”.
Sobre el final, Luciana Salazar fue categórica al remarcar que esta vez sintió que la Justicia estuvo de su lado. “Para mí, esto fue un mimo al alma. Este fallo de la cámara priorizó los derechos de una menor, es importante decirlo, porque en este caso los jueces priorizaron a la Justicia y a un menor. La defensoría siempre nos acompañó en esta lucha”, cerró con emoción.