Hablar de éxito suele traer aparejada una idea de plenitud, pero Gastón Soffritti dejó en claro que no siempre es así. En una sincera entrevista en Puro Show, el actor sorprendió al contar que el período de mayor visibilidad de su carrera estuvo atravesado por un problema de salud mental que lo llevó al límite.
El artista recordó que su participación en Graduados, la ficción que arrasó en 2012, coincidió con una etapa de fuertes crisis personales. “Yo tuve ataques de pánico mientras hacía ‘Graduados’ –explicó el actor–, esas cosas a veces pasan cuando mejor te está yendo. Creo que cuando estás abajo, no hay más abajo, pero cuando estás arriba es muy difícil de manejar. El éxito es algo muy efímero, o por lo menos en ese momento yo era chico, tenía 20 años, venía de cosas fuertes, parecía que tenía todo pero eso no alcanza para vivir y estar bien”.
En ese repaso íntimo, Gastón Soffritti reveló una experiencia concreta que grafica la magnitud de lo que atravesaba: “Una vez me perdí a veinte cuadras de mi casa –precisó el actor–, tuve un ataque de pánico, y no sabía dónde estaba. Me perdí por completo”. Ese episodio lo llevó a buscar ayuda de inmediato, combinando tratamientos psicológicos con alternativas poco convencionales.
Con honestidad, contó cuál fue su camino de recuperación: “Después hice mucha terapia y, algo que a mí me sirvió mucho, fue la biodecodificación, terapias alternativas y tradicionales ¡De todo tipo!”. Para Soffritti, lo más importante fue romper con el silencio y dejar de lado prejuicios en torno a la salud mental.
Por eso, insistió en la necesidad de hablar del tema: “A mí me parece fundamental hablar de estos temas, porque en algún momento estábamos considerados como locos, a los que nos pasaban estas cosas, pero hoy se sabe que una de cada siete personas en el mundo tiene un tema de salud mental, no es joda. Hay que hablar mucho porque es muy importante, desde los colegios debería empezar, porque después a la mayoría de lugares a los que vas hay presiones que, a veces son incontrolables, y no hay un psicólogo en todos lados”.
El testimonio de Gastón Soffritti no solo expone la fragilidad que puede ocultarse detrás de una carrera exitosa, sino que también pone en agenda un debate cada vez más necesario: cómo acompañar y cuidar a quienes sufren trastornos de ansiedad en una sociedad que no siempre da lugar a la vulnerabilidad.