El mundo del cine quedó conmocionado tras conocerse la muerte de Peter Greene, actor que alcanzó gran notoriedad en los años 90 por interpretar a recordados antagonistas en producciones que marcaron época. El intérprete fue encontrado sin vida en su departamento del Lower East Side, en la ciudad de Nueva York, una noticia que rápidamente recorrió los portales internacionales.
Peter Greene tenía 60 años y, según trascendió, su cuerpo fue hallado en su vivienda ubicada sobre Clinton Street durante la tarde del viernes. Personal médico acudió al lugar luego de un llamado de emergencia y constató el fallecimiento en el acto. Las autoridades policiales informaron que no se detectaron signos de violencia en la escena.
Por el momento, no se difundieron detalles concretos sobre las causas de la muerte de Peter Greene. La policía descartó indicios criminales y aguarda el informe oficial del médico forense, que será el encargado de determinar qué ocurrió. El caso quedó caratulado como muerte sin causa aparente hasta que se completen los estudios correspondientes.
Peter Greene se convirtió en un rostro inconfundible del cine de los 90 gracias a personajes intensos y perturbadores. Su papel como Zed en Pulp Fiction, dirigida por Quentin Tarantino, lo ubicó en el centro de la cultura pop. Ese mismo año brilló como Dorian Tyrell en La Máscara, donde compartió elenco con Jim Carrey y Cameron Diaz.
Además de esos trabajos icónicos, Peter Greene desarrolló una extensa carrera tanto en cine como en televisión. Participó en títulos como Clean, Shaven, Laws of Gravity, Blue Streak, Training Day y The Usual Suspects, consolidando un perfil actoral asociado a roles complejos, oscuros y de gran carga dramática.
Detrás de cámara, la vida de Peter Greene estuvo atravesada por una historia personal marcada por la dificultad. Nacido en Montclair, Nueva Jersey, tuvo una adolescencia turbulenta y a los 15 años se escapó de su hogar, sobreviviendo en las calles de Nueva York y enfrentando problemas de adicciones.
En 1996, luego de atravesar una crisis profunda, Peter Greene inició un camino de recuperación que le permitió reordenar su vida. En distintas entrevistas, el actor habló con honestidad sobre sus luchas internas y su deseo de seguir vinculado al arte como una forma de salvación personal.
Tras conocerse la noticia de su muerte, su representante Gregg Edwards lo despidió con sentidas palabras y destacó su enorme talento y sensibilidad. Mientras la medicina forense avanza con los estudios, Hollywood despide a Peter Greene, un actor que dejó una huella imborrable con personajes que aún hoy siguen siendo recordados.