Este jueves 25 de septiembre persiste la medida de fuerza impulsada por La Fraternidad, sindicato que representa a maquinistas y conductores de trenes en Argentina, afectando a las líneas ferroviarias del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La protesta comenzó a las 00:00 del miércoles y se extiende por tiempo indeterminado, generando demoras en varios servicios.
Las líneas Mitre, San Martín, Sarmiento, Urquiza y Belgrano Sur continúan operando con una restricción de velocidad que limita las formaciones a un máximo de 30 kilómetros por hora, aproximadamente la mitad de su velocidad habitual. En contraste, el Tren Roca es el único que mantiene su frecuencia y horario habituales, según los reportes oficiales.
Qué dice el sindicato sobre el paro
El sindicato aclaró que esta acción no debe interpretarse como un paro tradicional, sino que se trata de un trabajo bajo estrictas precauciones debido a "el estado de las vías, la señalización defectuosa y la falta de personal en algunos ferrocarriles por retiros voluntarios". A raíz de estas condiciones, los trenes circulan con lentitud, lo que provoca acumulación de pasajeros en los andenes y retrasos significativos.
La protesta se originó por la falta de avances en las negociaciones paritarias y una serie de reclamos pendientes que, según los trabajadores, no han sido atendidos. Desde La Fraternidad denunciaron la ausencia de propuestas superadoras en las discusiones salariales y criticaron el servicio de la ART, calificándolo como “deplorable e insuficiente”. También manifestaron su descontento con los bajos ingresos en ciertas líneas, atribuidos a acuerdos realizados sin consulta, y cuestionaron las actuales diagramaciones e itinerarios, que definieron como “un desastre y sin apertura a sugerencias”.
Esta modalidad de protesta no es nueva para La Fraternidad, que en ocasiones anteriores ya utilizó la reducción de velocidad como método de reclamo. Sin embargo, a diferencia de episodios anteriores donde la medida duró solo algunas horas, en esta oportunidad la protesta se mantiene de forma indefinida, lo que genera un impacto sostenido en el servicio ferroviario del AMBA.