Vjosa Osmani, presidenta de Kosovo, reclamó a los "socios europeos" que adopten sanciones contra Serbia, para evitar "actos de agresión". El pedido surge tras el ataque sufrido por Kosovo el pasado 24 de septiembre, responsabilidad de un grupo armado supuestamente vinculado al gobierno serbio.
"Como saben, son momentos muy difíciles para todo el continente europeo, especialmente para mi país", afirmó Osmani. Las declaraciones las hizo en el marco de la cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE) que se celebra en Granada, España.
Kosovo es un Estado con reconocimiento limitado. Es decir, muchos países no reconocen su independencia y su condición de Estado soberano. El gobierno de Kosovo, en cuyo territorio la etnia albanesa tiene predominio, declaró unilateralmente su independencia de Serbia el 17 de febrero de 2008, con el apoyo de Estados Unidos y de la mayoría de los países de la Unión Europea.
La mandataria kosovar se refirió al reciente ataque "cometido por terroristas y grupos paramilitares". Su pedido busca que Serbia aliente a otros grupos a realizar este tipo de ataques. A la cita de Granada también acude el presidente serbio, Aleksandar Vucic, y el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, que ha intentado mediar durante estos años entre las partes con vistas a que lleguen a algún tipo de acuerdo político.