El gobierno de Estados Unidos confirmó que atacó tres emplazamientos utilizados por grupos proiraníes en Irak. Lo hizo en respuesta a una serie de atentados contra personal estadounidense, de cuya ejecución responsabiliza a Irán.
Desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamas, distintos objetivos estadounidenses fueron atacados en la región. Los grupos pro Irán y pro Hamas cuestionan a la potencia su ayuda a Israel. Como respuesta, fuerzas estadounidenses atacaron repetidamente sitios utilizados por Irán y sus fuerzas proxy en Irak y Siria.
"Las fuerzas militares estadounidenses llevaron a cabo ataques necesarios y proporcionados contra tres instalaciones utilizadas por Kataeb Hezbolá y grupos afiliados en Irak", declaró en un comunicado el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin. En el ataque, un miembro de las fuerzas de seguridad falleció, al igual que otras 18 personas, incluidos civiles.
Irak, por su parte, condenó el ataque ejecutado por Estados Unidos, al que consideró un “ataque inaceptable contra la soberanía iraquí”. En un comunicado, el gobierno describió lo sucedido como una "acción agresiva no constructiva que no sirve a los intereses comunes". Además, consideró "inaceptable" las "agresiones contra sedes de las misiones diplomáticas extranjeras" y las "bases con presencia de asesores militares de países amigos".