El gobierno de Chile confirmó que son 260 los focos todavía activos en el país, aunque hizo enfasis en 77 que aún permanecen fuera de control. Hasta el momento, las llamas consumieron 439.000 hectáreas, destruyeron 1.987 viviendas y dejaron más de 7.000 damnificados.
El subsecretario del Interior Manuel Monsalve aseguró que la situación de emergencia continúa especialmente en las regiones de Biobío, Ñuble y La Araucanía. Sin embargo, destacó que la situación luce más controlada que a principios de mes.
Más de 750 profesionales de varios países se han sumado a colaborar con los bomberos chilenos, considerando bomberos, militares y especialistas. En su amplia mayoría provienen de Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, España, Italia, México, Portugal y Venezuela.
La población chilena está valorando crecientemente la labor del gobierno nacional para enfrentar esta emergencia. En los últimos días, la aprobación de la gestión del gobierno, encabezado por Gabriel Boric, de los incendios ascendió 10 puntos hasta ubicarse en 47 por ciento.
Los incendios se desataron a principios de febrero, en principio debido a la larga sequía y la intensa ola de calor registrada en el país andino donde la temperatura llegó a ubicarse por encima de los 40 grados. Sin embargo, también se apunta a la acción humana. Son 10 las personas detenidas por eventual responsabilidad en la generación de los incendios y el gobierno de Chile actuará penalmente contra ellos. Hoy, ya se quemaron una cantidad de hectáreas que multiplica por diez las quemadas en el origen de los incendios.
Al momento se registran 24 muertes, de las cuales 22 se produjeron ni bien se iniciaron los incendios. Asimismo, la cantidad de heridos asciende a más de 550, de los cuales cerca de una veintena se encuentra en estado grave.