Un Embraer 190 de la compañía Azerbaijan Airlines, con 72 personas a bordo, cayó al suelo el miércoles en el oeste de Kazajistán, cerca de la ciudad de Aktau, a orillas del mar Caspio. El accidente dejó 39 personas fallecidas, mientras que más de 20 pasajeros lograron sobrevivir y fueron trasladados a hospitales de la zona, algunos en estado crítico.
El avión cubría la ruta entre Bakú, capital de Azerbaiyán, y Grozni, capital de la república rusa de Chechenia. Según las primeras informaciones del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Kazajistán, el siniestro ocurrió a las 09:28 hora local, tras un intento fallido de aterrizaje de emergencia.
Una señal de socorro previa al impacto
De acuerdo al Gabinete de Crisis que investiga el caso, la tripulación envió una señal de socorro a las 08:35 hora local (03:35 GMT), informando de un fallo en el sistema de control. Pese a intentar un aterrizaje directo en el aeropuerto de Aktau, el avión se estrelló poco más de 50 minutos después de la primera alerta, desatando un incendio que fue sofocado por los bomberos.
El Ministerio kazajo de Transportes confirmó que entre los ocupantes de la aeronave se encontraban 37 ciudadanos azerbaiyanos, seis kazajos, tres kirguises y 16 rusos, además de la tripulación.
Versiones contradictorias sobre la cantidad de pasajeros
Mientras que las autoridades kazajas habían informado inicialmente que el avión transportaba 105 pasajeros y cinco tripulantes, la aerolínea aclaró que a bordo viajaban 67 pasajeros y cinco tripulantes, para un total de 72 personas.
El número exacto de supervivientes sigue siendo incierto: mientras el Ministerio de Emergencias reportó 25 sobrevivientes hospitalizados, el Ministerio de Salud local indicó que serían 28.
La ministra de Salud de Kazajistán, Akmaral Alnazarova, anunció el despliegue de vuelos de ambulancia aérea, traumatólogos y neurocirujanos al lugar de la tragedia. “El trabajo ya está en marcha. Si es necesario, transportaremos a los heridos para su tratamiento especializado”, aseguró.