El Ministerio de Exteriores de Irán convocó al embajador alemán en Teherán, Hans-Udo Motsel, para transmitir su "dura protesta” por el cierre de varios centros islámicos en Alemania, una acción que según el gobierno iraní tendrá "consecuencias", aunque no explicó cuáles.
En las últimas horas, el Ministerio del Interior de Alemania prohibiera el Centro Islámico de Hamburgo y sus suborganizaciones en todo el país por tratarse de una "organización islamista extremista” que persigue objetivos anticonstitucionales, especialmente por su supuesto apoyo al grupo chií libanés Hezbolá.
"Algunas corrientes que apoyan a los terroristas y defensores de la violencia y el extremismo buscan incitar tensiones religiosas mediante acusaciones infundadas”, dijo el director general para Europa Occidental de la Cancillería iraní, Majid Nili Ahmadabadi, en su reunión con el embajador alemán, informó la agencia ISNA.
El diplomático iraní destacó los "valiosos e inolvidables” servicios de los centros islámicos, incluido el de Hamburgo, y alegó que su cierre es "un claro ejemplo de islamofobia y de oposición a las enseñanzas de las religiones abrahámicas”, así como de la intención "de promover la violencia y el extremismo”.