Un hecho totalmente insólito ocurrió en cercanías a la localidad de Balcarce, en Buenos Aires, durante un control de alcoholemia ubicado en el tramo que une Mar del Plata con General Villegas. Allí los agentes que realizaban el operativo detuvieron a un conductor que desencadenó una situación increíble.
El conductor fue detenido ya que observaban que circulaba haciendo zigzag, por lo cual procedieron a hacerle el test correspondiente, sin embargo al momento de soplar el dispositivo se saturó por el alto nivel de alcohol en sangre.
Según los agentes, desde un primer instante pudieron comprobar que el conductor del vehículo tenía dificultades para modular y, además, no podía bajar del auto por su cuenta.
Pero cuando se le hizo el test, el aparato terminó saturado. Explicaron que hasta 3 o 4 gr/l en sangre el alcoholímetro marca la saturación exacta, pero cuando excede ese valor puede bloquearse, que fue lo que ocurrió en este caso.
A partir de esto decidieron realizarle un segundo testeo con otro aparato, en donde en ambas oportunidades el aparato mostró el mensaje “desbordamiento de rango”, lo que revelaba la gran cantidad de alcohol en sangre que tenía el conductor, que superaba la capacidad de medición del equipo.
Según los especialistas en seguridad vial, cuando una persona supera los 3 gramos de alcohol por litro de sangre, el sistema nervioso central sufre una depresión severa, provocando que la persona incluso pueda perder la conciencia. Se estima que este conductor tenía más de esta medida, por lo cual el aparato no alcanzaba a tomarlo.