El Mossad, la agencia de inteligencia israelí en el exterior, cree que su infiltración en territorio iraní, que sirvió para bombardear varias centrales nucleares, neutraliza una amenaza de décadas a pesar de que varios expertos aseguran que el programa de desarrollo nuclear solo se ha retrasado unos meses. El jefe del Mossad, David Bernayeh, calificó la reciente operación contra Irán como "histórica", asegurando que "la amenaza iraní a nuestra seguridad ha sido significativamente neutralizada".
En una inusual declaración grabada, Berniaye dijo: "Estos son días históricos para el pueblo de Israel. Hoy somos un Estado más seguro, más audaz y más preparado. Objetivos que ayer mismo parecían ficticios son ahora una realidad. Conocemos muy bien todos los proyectos iraníes y seguiremos vigilándolos de cerca, como siempre hemos hecho".
El espía agradeció a la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) "la cooperación que contribuyó al éxito de la operación", en una rara referencia a las relaciones de inteligencia entre ambos Estados. Marco Rubio, máximo responsable de las relaciones exteriores de Estados Unidos, ha declarado este mes (en un podcast presentado por el comentarista de ultraderecha, Tucker Carlson) que no le importa que Israel espíe a EE.UU. en su propio territorio.
En otra declaración, el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Eyal Zamir, declaró que "la operación fue un éxito a todas luces", añadiendo que los ataques "infligieron un daño generalizado, profundo y sistemático al programa nuclear iraní", "haciéndole retroceder años".