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Jueves 03 de Julio, Neuquén, Argentina
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Entre amenazas de ruptura y un importante acuerdo comercial, se realiza la Cumbre del Mercosur

La presidencia pro tempore pasó de Argentina a Brasil tras dos días de tensiones entre visiones opuestas sobre el futuro del bloque

Jueves, 03 de julio de 2025 a las 16:43
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En la Cumbre del Mercosur que se desarrolló en Buenos Aires y que terminó hoy con la reunión de los presidentes, reveló de manera contundente las profundas diferencias ideológicas que atraviesan al bloque. El encuentro en el Palacio San Martín, sede de la cancillería Argentina, no solo marcó el traspaso de la presidencia pro tempore de Argentina a Brasil, sino que puso en evidencia dos visiones antagónicas sobre el futuro de la integración regional, encarnadas en las figuras de Javier Milei y Luiz Inácio Lula da Silva. También participaron los presidentes de Uruguay, Yamandú Orsi, el de Paraguay, Santiago Peña y el de Bolivia, Luis Arce.

El momento más tenso se vivió durante los discursos de ambos mandatarios. Milei atacó el modelo actual del Mercosur al afirmar que "el norte se fue empantanando, privilegiando solo a algunos sectores, favoreciendo una estructura elefantiásica". El presidente argentino fue más allá y amenazó directamente con abandonar el bloque si no acepta un esquema de mayor apertura comercial: "Emprenderemos el camino de la libertad, y lo haremos acompañados o solos, porque Argentina no puede esperar". Esta declaración generó un silencio incómodo en el recinto y dejó en claro que Buenos Aires está dispuesta a romper con décadas de integración regional.

La respuesta de Lula fue inmediata y contundente, aunque sin confrontar abiertamente. El presidente brasileño defendió el modelo del Mercosur con una frase que resumió su posición: "Uno busca los lugares donde se siente seguro, y para Brasil ese lugar es el Mercosur. Estar en el Mercosur nos protege". Esta visión opuesta a la de Milei se completó con su defensa de un "Mercosur verde" y el fortalecimiento del Instituto de Derechos Humanos, dos temas que el gobierno libertario argentino rechaza sistemáticamente.

Las tensiones políticas se hicieron visibles desde el primer momento, cuando Lula fue el último en llegar al Palacio San Martín y protagonizó un saludo frío con Milei. La incomodidad mutua se intensificó cuando el mandatario brasileño, tras recibir la presidencia pro tempore, decidió visitar a Cristina Fernández de Kirchner en su domicilio de San José1111 en la Ciudad de Buenos Aires, donde cumple prisión domiciliaria. Esta decisión no habrá caído nada bien en gobierno argentino.

Pese a las tensiones políticas, la cumbre logró concretar uno de los acuerdos comerciales más significativos de los últimos años. El Mercosur y EFTA (Asociación Europea de Libre Comercio) concluyeron las negociaciones de un Tratado de Libre Comercio que creará un área de libre comercio de casi 300 millones de personas con un PIB combinado de más de 4,3 billones de dólares. El acuerdo incluye a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay por el lado sudamericano, y a Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza por el lado europeo. Los negociadores se comprometieron a "dar los pasos necesarios para asegurar la firma del Tratado de Libre Comercio en los próximos meses de 2025", lo que representa un avance concreto en la estrategia de diversificación comercial que impulsa el gobierno argentino.

En paralelo a las negociaciones con EFTA, el otro gran tema que sobrevoló la cumbre fue el estado del acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea. Tras los avances alcanzados desde 2023, el Acuerdo de Asociación entre el MERCOSUR y la Unión Europea se encuentra listo para su revisión legal y traducción, con ambos bloques decididos a llevar a cabo dichas actividades en los próximos meses. El acuerdo consolidaría un mercado de bienes y servicios de más de 700 millones de consumidores, y según estimaciones podría entrar en vigencia a mediados de 2026. Este tratado, que viene negociándose desde hace más de dos décadas, representa una oportunidad estratégica para diversificar las relaciones comerciales de la región, especialmente en un contexto de creciente fragmentación mundial.

El traspaso de la presidencia pro tempore a Brasil marca el inicio de una nueva etapa en el Mercosur, con Lula al frente de un bloque fracturado ideológicamente. Mientras el mandatario brasileño buscará fortalecer la integración regional y profundizar la agenda ambiental y de derechos humanos, Milei ya anticipó que Argentina seguirá presionando por mayor flexibilización comercial. La amenaza del presidente argentino de abandonar el bloque si no obtiene las reformas que exige introduce un elemento de incertidumbre inédito en la historia del Mercosur. 

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