La Justicia de Familia de Villa Regina ordenó a una mujer el pago de una cuota alimentaria del 15% de sus ingresos para su hijo mayor de edad, quien tiene una discapacidad y convive parcialmente con su padre. El fallo hizo lugar a la demanda que el hombre inició en representación del joven y rechazó los planteos de la demandada.
El caso tiene particularidades. El joven formó su propia familia, tiene pareja y una hija, pero no logra cubrir todas sus necesidades económicas. Alterna la convivencia entre la casa de su padre y la de su suegra, y fue su progenitor quien llevó adelante el reclamo judicial contra la madre.
La mujer negó la obligación, cuestionó la legitimación del padre para iniciar la demanda y sostuvo que durante la infancia fue ella quien se ocupó del cuidado de sus hijos. Sin embargo, la jueza entendió que el hombre mantiene hasta hoy un rol activo en la vida cotidiana de su hijo: lo acompaña en la crianza de su hija, lo asiste en lo económico y fomenta su autonomía en la medida de lo posible.
Los informes socioambientales confirmaron que, pese a recibir una pensión por invalidez e ingresos propios, el joven aún requiere asistencia. También se acreditó la falta de colaboración económica de la madre y la participación constante del padre en su vida diaria.
En ese marco, el tribunal aplicó el principio de solidaridad familiar, que impone el deber de ayuda al integrante más vulnerable. De esta manera, la cuota alimentaria quedó fijada en el 15% de los ingresos de la mujer, quien deberá cumplir con la obligación en forma regular.