Israel llevó a cabo intensos ataques aéreos en varios barrios del oeste de la Ciudad de Gaza, dejando un saldo de al menos siete palestinos muertos y numerosos heridos, según reportaron fuentes sanitarias locales. Los bombardeos afectaron edificios residenciales, campamentos para desplazados y diversas instituciones civiles.
Testigos informaron que la Torre Al-Kawthar, los pisos superiores de la Torre Muhanna y edificaciones residenciales de varios pisos fueron blanco de los ataques. Además, el ejército israelí atacó el campamento “Falasteen”, que alberga decenas de tiendas de campaña, así como la Universidad Islámica y el Colegio Comunitario en el barrio de Tel al-Hawa, junto con bloques residenciales cercanos.
Las autoridades sanitarias de Gaza indicaron que siete personas fallecieron en un ataque aéreo contra un edificio residencial próximo al Parque Barcelona en Tel al-Hawa. Varios heridos, algunos de gravedad, fueron trasladados a hospitales para recibir atención médica.
Densas columnas de humo se alzaban sobre los edificios destruidos mientras equipos de defensa civil trabajaban para rescatar a personas atrapadas entre los escombros, según mostraron videos difundidos en redes sociales.
El ejército israelí informó mediante un comunicado que sus aviones atacaron “sitios utilizados por Hamás para operaciones militares y fines de inteligencia”, y aseguró que se emitieron advertencias previas a ciertos ataques para alertar a la población.
Por su parte, la oficina de prensa del gobierno de Hamás en Gaza denunció un “bombardeo sistemático” contra torres residenciales, escuelas e instituciones civiles con el fin de provocar “desplazamientos forzosos” y pidió la intervención de la comunidad internacional.
Estos ataques se enmarcan en la campaña militar que Israel mantiene desde hace días en la ciudad de Gaza, donde antes de la ofensiva vivían y buscaban refugio cerca de un millón de personas. Israel sostiene que su objetivo es tomar el control de la ciudad para desmantelar a Hamás y liberar a los rehenes retenidos por el grupo.
La ciudad de Gaza sigue bombardeada a pesar del éxodo
Según la Radio del Ejército de Israel, citando a funcionarios de seguridad, aproximadamente 300.000 personas huyeron de la ciudad de Gaza ante la intensificación de los bombardeos. Organizaciones humanitarias han alertado sobre el grave deterioro de las condiciones de vida, con escasez crítica de alimentos, medicamentos y refugio para cientos de miles de residentes.
En respuesta, Hamás instó a la cumbre árabe-islámica programada para este lunes en Doha a tomar medidas inmediatas para detener los ataques, levantar el bloqueo y proteger la soberanía y seguridad colectiva de los países árabes e islámicos.
Izzat al-Risheq, miembro de la oficina política de Hamás, declaró que la cumbre debe ser “un punto de inflexión decisivo para la decisión árabe de detener la agresión contra Gaza, poner fin al asedio de inmediato y proteger la soberanía y la seguridad nacional de los países árabes”.
Al-Risheq agregó que la reunión debe representar “un consenso histórico en el que las naciones árabes e islámicas movilicen todas las herramientas de poder para detener la guerra en Gaza y las acciones israelíes en Cisjordania, Jerusalén, Líbano, Siria, Yemen, Túnez y Qatar”.
También acusó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de “extender el conflicto a la región en un intento de redibujar el mapa de Oriente Medio y dominarlo, impulsado por visiones extremistas del Gran Israel”, lo que a su juicio “pone a toda la región al borde del colapso”.
En otro comunicado, Basem Naim, miembro de la oficina política de Hamás, calificó de “traicionera” la naturaleza de Israel tras el ataque israelí contra el equipo negociador de Hamás en Doha, y expresó que “nuestra región y el mundo se enfrentan a un momento decisivo: o permitimos que Israel continúe su agresión y desestabilización en la región, o unimos esfuerzos para detener el caos impuesto por Netanyahu y su gobierno”.
Hamás manifestó su esperanza de que la cumbre árabe-islámica adopte una postura unificada para romper lazos con Israel y exigir responsabilidades por sus acciones.
El domingo, Hamás también envió un memorando urgente a estados árabes e islámicos, la Liga Árabe, la Organización para la Cooperación Islámica, la Comisión de la Unión Africana y las Naciones Unidas, denunciando un ataque israelí en Doha contra su delegación negociadora.
Según el documento, el 9 de septiembre un avión israelí atacó la residencia de Khalil al-Hayya, jefe de la delegación negociadora de Hamás, en Doha, causando la muerte de cinco miembros de Hamás, entre ellos su hijo y un guardia de seguridad catarí. Varios familiares resultaron heridos, aunque los negociadores sobrevivieron.
El memorando calificó este ataque como “una grave violación de la soberanía de Qatar, el Estado mediador en las negociaciones”, y señaló que Hamás había mostrado “máxima flexibilidad” en sus esfuerzos por detener la guerra, mientras que Israel “seguía obstruyendo los acuerdos mediante asesinatos, nuevas condiciones y masacres, utilizando las negociaciones como excusa para ganar tiempo”.
El primer ministro y canciller de Qatar, jeque Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim Al-Thani, aseguró que el ataque israelí no impedirá que Qatar, Egipto y Estados Unidos continúen con sus esfuerzos de mediación para poner fin al conflicto en Gaza.
Al-Thani hizo estas declaraciones en una reunión preparatoria con ministros de Relaciones Exteriores árabes e islámicos antes de la cumbre de emergencia en Doha, y subrayó que la paz y seguridad regionales solo serán posibles si el pueblo palestino logra sus derechos legítimos.
El ataque israelí en Doha, ocurrido el martes, fue dirigido contra un edificio donde funcionarios de Hamás discutían una nueva propuesta de alto el fuego presentada por Estados Unidos. Cinco miembros de Hamás y un agente de seguridad catarí murieron en la acción, mientras que miembros clave del equipo negociador sobrevivieron.