Una mujer de 46 años denunció que usurparon en enero pasado una coqueta finca de doble piso con pileta de Cariló, propiedad de una empresa de la que ella es la presidenta, y manifestó su malestar porque el fiscal archivó la causa en menos de dos meses, según manifestó la damnificada a medios locales.
Pasaron ocho meses sin poder ingresar al distrito por restricciones de la cuarentena, la titular de una casa no solo se encontró con intrusos en el interior también le habían cambiado la "fachada", se la pintaron de otro color, construyeron una cascada y entre los vehículos que tenían se pudo constatar que al menos uno tenía chapa patente y numeraciones de motor adulterados.
Viviana llegó y se encontró con que "había 10 personas en la pileta. No estaban los dos cuidadores que vieron en enero sino que ahora eran otros y se tomaron el atrevimiento de remodelar la casa. Esta gente dice ser la que cuida, la que limpia, tiene un alquiler trucho que dice que lo hace con mi empresa con un tal López como apoderado que no existe y detalla que es por 2 años y por $13 mil pesos fijos".
El intendente local, Martín Yeza, se sumo a la difusión de este "llamativo" caso que tiene origen hace 10 meses atrás cuando los titulares del inmueble ya habían advertido que había gente en el interior: "En enero y con boleto de compra trucho unas personas usurparon la casa de una familia en Cariló. Llegaron los dueños originales y con total asombro se encontraron con unos delincuentes en su casa. Hicieron la denuncia y el fiscal archivó la causa, les dijo que vayan por la vía civil”, además agregó que "ahora les agrego más: no solamente usurparon la casa, lo cual es un delito. Entre sus posesiones tienen vehículos con los grabados de los vidrios tachados y con patentes mellizas: delincuentes al cuadrado”.